La noche del martes se observó a su máximo esplendor el momento en que finalizó el acercamiento entre Júpiter y Venus, lo que permitió observar una gigantesca y luminosa estrella, que para los aficionados de la astronomía es comparable con la bíblica estrella de Belén.
Quienes pudieron apreciar este espectáculo astronómico, disfrutaron de una doble estrella, y a pesar de lo cerca que se veía, en realidad estaban a millones de kilómetros de distancia entre ellos.
Este fenómeno se inició a comienzos de junio y ocurre con cierta frecuencia entre el planeta Tierra, Júpiter y Venus gracias a la alineación del sistema solar.
Con información de ActualidadRT