El Secretario General de la ONU reiteró su llamado a un cese de hostilidades inmediato en Yemen para ayudar a detener la catástrofe humanitaria que está ocurriendo en el país.
Ban Ki-moon instó a las partes a acordar al menos una pausa que dure hasta el fin del mes del Ramadán para que pueda entregarse asistencia vital a la población que la precisa en todo el territorio yemenita.
En un comunicado, Ban recordó que en los últimos tres meses han muerto unas 3.000 personas, la mitad de ellas civiles, y que 14.000 han sido heridas.
Además, se han registrado desplazamientos masivos de población y la ONU estima que 21 millones de yemenitas precisan ayuda básica que incluye alimentos y suministros médicos ya que se han reportado brotes de dengue y malaria.
Pese a los esfuerzos de la comunidad humanitaria internacional, los organismos de socorro han alcanzado apenas a 4,4 millones de necesitados, apuntó Ban.
El titular de la ONU hizo hincapié en que las partes deben cumplir con la obligación de proteger a los civiles y permitir el acceso de asistencia humanitaria, según lo marcan las leyes internacionales.
Asimismo, reafirmó el compromiso de las Naciones Unidas de apoyar a Yemen en la búsqueda de una solución política al conflicto.
