Atenas ha cumplido a mediodía de hoy la primera condición para evitar su salida del euro: el Gobierno griego ha enviado ya la solicitud del tercer programa de ayuda financiera al mecanismo europeo de rescate (Mede), un bazuca de medio billón de euros creado en la fase más aguda de la crisis europea. “La solicitud ha llegado”, ha confirmado a este diario un portavoz del Mede. El Eurogrupo de ministros de Finanzas de la zona euro, que preside Jeoren Dijsselbloem, la analizará hoy en una reunión por teleconferencia.
Quedan varias condiciones más por delante antes de la cumbre europea del próximo domingo. Grecia debe detallar mañana las medidas prioritarias que propone, sobre la base de la propuesta del pasado 30 de junio. La canciller alemana, Angela Merkel, dejó claro ayer que esos detalles tienen que desembocar en un plan “más duro” por parte de Grecia. El Eurogrupo lo analizará el sábado. Y los líderes del euro deberían dar su visto bueno el domingo. El BCE se ha comprometido a mantener a la banca griega –a punto de quedarse sin efectivo—a flote hasta el próximo lunes.El tercer rescate es de 50.000 millones de euros en tres años, y a cambio Atenas se compromete a reformar las pensiones de manera inmediata --la semana que viene-- y una reforma fiscal. En su última propuesta, la carta que Tsipras envió a Bruselas el 30 de junio, pedía retrasar a octubre esa reforma de las pensiones.
Los socios buscan una fórmula para evitar un impago al BCE el próximo 20 de julio, en un vencimiento de 3.300 millones. Grecia debe comprometerse a aprobar medidas prioritarias (recortes o reformas) si quiere evitar una suspensión de pagos. En paralelo, Europa debe garantizar algo de margen para que las entidades financieras, al borde del colapso por la continua salida de depósitos, no entren en bancarrota.EL PAIS