El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, rindió hoy homenaje en Pyongyang a Kim Il-sung, su abuelo y fundador del país, con motivo del vigésimo primer aniversario de su muerte.
El joven líder, cuya edad se estima en 32 años, acudió a medianoche al Palacio del Sol de Kumsusan en la capital norcoreana para mostrar sus respetos con reverencias al cuerpo embalsamado del conocido como “presidente eterno”, informó hoy la agencia estatal KCNA.
Kim Jong-un, acompañado de los más altos oficiales del Partido de los Trabajadores y el Ejército -brazos político y militar del régimen- también depositó coronas de flores para su fallecido abuelo, según describió la agencia.
El tercero de los dictadores de la dinastía Kim ha rendido homenaje al fundador del mismo modo cada 8 de julio desde que en 2011 asumiera el poder tras fallecer su padre, el “querido líder” Kim Jong-il.
De momento se desconoce qué otros actos tendrán lugar para conmemorar esta señalada fecha en Corea del Norte, un país caracterizado por el extremo culto a la personalidad de sus líderes y también por una fuerte opacidad informativa.
El año pasado tuvo lugar una intensa campaña de propaganda mediática para ensalzar al fallecido dictador con motivo del vigésimo aniversario de su muerte.
Así, se espera que la televisión y otros medios estatales dediquen generosos espacios a ensalzar la figura de Kim Il-sung, que fundó Corea del Norte en 1948 y la dirigió con mano de hierro bajo una doctrina marcadamente estalinista hasta su muerte en 1994.
Corea del Norte dedica al “gran líder” -tal y como se le conocía en vida- más de 34.000 estatuas en todo el país, a cuyos pies los ciudadanos depositan habitualmente flores, mientras su cuerpo se expone embalsamado en el Palacio del Sol de Kumsusan junto al de su hijo Kim Jong-il.
Kim Il-sung es de largo el líder más respetado y venerado por el pueblo, muy por encima de su hijo y su nieto, según los testimonios de refugiados norcoreanos.
El “presidente eterno” inspiró la ideología “juche”, el socialismo ortodoxo basado en la autosuficiencia que prolongó el auge económico en los años 70 pero arruinó al país en los 90 con una hambruna que mató a una décima parte de la población e inició una grave crisis humanitaria que dura hasta nuestros días.
Fuente: EFE