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La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) consiguió por primera vez en semanas distribuir ayuda humanitaria en algunas áreas del este de Ucrania no controladas por el gobierno.
Unos trece camiones cargados con 260 toneladas de suministros básicos viajaron acompañados del Programa Mundial de Alimentos y otros aliados para repartir lonas de plástico, madera, cemento y otros materiales de construcción, además de artículos de socorro.
A pesar del alto el fuego firmado en febrero, los enfrentamientos desde principios de agosto alrededor de la ciudad de Hovlika han causado daños en zonas residenciales y han obligado a sus residentes a refugiarse en los sótanos de sus casas en ruinas.
En conferencia de prensa en Ginebra, el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, describió la situación en la ciudad ucraniana, de la que ya ha huido el 40 por ciento de la población que vivía allí antes del conflicto.
"Más de 1.200 hogares han sido destruidos y muchos no tienen tejados, ventanas o paredes. Según las autoridades locales, más de 260 edificios han sufrido daños, incluyendo 17 hospitales y 82 escuelas y guarderías".
El acceso a las zonas de conflicto ha sido complicado en las últimas semanas. Sin embargo se prevé enviar más convoyes con ayuda. Con la inminente llegada del invierno, los preparativos durante el otoño se están convirtiendo en una prioridad para los pueblos y ciudades que han sufrido altos niveles de destrucción.