La venta de alimentos procesados, que incluye la comida rápida y las bebidas azucaradas, ha aumentado progresivamente en América Latina, lo cual influye en el aumento de las tasas de obesidad en la región, afirma un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dado a conocer este martes.
El estudio analiza la venta de una gran variedad de productos que incluyen las bebidas gaseosas sin alcohol, los bocadillos dulces y salados, las golosinas, otras bebidas embotelladas y comidas preparadas.
Según el análisis, de 2000 a 2013, las ventas de esos productos aumentaron un 48% en 13 países latinoamericanos, entre ellos Argentina, Chile, Colombia, México, Uruguay y Venezuela. Comparativamente, en el mismo periodo, la venta de esos artículos disminuyó casi un 10% en América del Norte.
En 2013, Brasil y Perú fueron los mayores consumidores de comida rápida en América Latina, según datos de esa investigación.
La OPS señaló que esa tendencia se debe a cambios en la globalización que ha permitido una mayor presencia de corporaciones alimentarias extranjeras y multinacionales en los mercados nacionales.
En este sentido, el organismo regional, instó a revertir la situación fomentando políticas que promuevan la elección de alimentos más saludables.
Luiz Galvao, es director del Desarrollo Sostenible de la Organización Panamericana de la Salud (OPS):
"El cultivo familiar sabemos que beneficia directamente a la salud de la gente. También el consumo de productos de mejor calidad, orgánicos, el incremento de consumo de frutas y vegetales, principalmente de origen local. Se sabe que es un elemento importante de la calidad de los nutrientes y de la calidad de la alimentación que reciben las personas".
La OPS también sugirió que esas medidas contemplen normativas para regular el mercado, además de campañas de información y educación a favor de una vida más saludable.