Facebook anunció el miércoles el lanzamiento de "Reacciones", una extensión de la opción "Me gusta", disponible ahora en todo el mundo tras una prueba piloto en Irlanda y España a partir de octubre.
"Reacciones" permite a los usuarios seleccionar una serie de emociones como enfado, tristeza y amor. En un video que acompaña a una publicación de blog, las cinco nuevas opciones se muestran como emoticones animados que aparecen cuando se selecciona la opción "Me gusta" en dispositivos móviles, y en los computadores aparecen cuando los usuarios pasan el cursos sobre la opción "Me gusta".
"Inicialmente utilizaremos cualquier Reacción de manera similar a un 'Me gusta' para inferir que quieres ver más de ese tipo de contenido", dijo Facebook en una publicación de blog diferente. La compañía dijo que con el paso del tiempo esperaba aprender cómo valorar en forma diferenciada las "Reacciones" para personalizar la página inicial de Facebook de cada usuario.
Facebook dijo que "Reacciones" tendría el mismo impacto publicitario que los "Me gusta". La aplicación recibió opiniones dispares en redes sociales. Muchos se quejaron de que no podían ver los nuevos emoticones, mientras que algunos estaban descontentos de que Facebook no haya introducido un botón de "No me gusta".
Otros manifestaron preocupación de que la aplicación lleve a un menor uso del lenguaje y a menor interacción.
"Grandioso, ahora ni siquiera hay que ofrecer palabras reales, sólo (...) un emoji. ¿Entonces, cuál es el punto de aprender un idioma?", escribió la usuaria Candice Johnson en la red social.
Comentarios del presidente ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, en septiembre que muchos interpretaron como que la red social habilitaría un botón de "No me gusta" provocó un debate sobre si eso provocaría cyberbullying y negatividad.
Twitter reemplazó en noviembre su ícono "favorito" en forma de estrella a uno con forma de corazón llamado "Me gusta", en un intento por hacer más atractivo a su propio sitio web, pero muchos usuarios se opusieron y criticaron el cambio.REUTERS