(. AVN).- El servicio de inteligencia de Estados Unidos espió conversaciones telefónicas entre la canciller de Alemania, Ángela Merkel, y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki Moon, develó este martes un documento publicado en el portal de Wikileaks.
De acuerdo al documento, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) interceptó una llamada realizada en 2008 entre el Ban y Merkel, en el que el secretario general de la ONU manifestaba su optimismo por la elección de Barack Obama como presidente de la nación norteamericana, refieren medios internacionales.
Asimismo, Wikileaks develó que la canciller alemana sostuvo un encuentro con el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y el primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi en 2011. En esa reunión, la canciller alemana y su el mandatario galo presionaron al premier italiano para que adoptara medidas económicas neoliberales que garantizaran el pago de deuda y confesaron que el sistema bancario estaba listo para “saltar como corcho de botella”.
El informe reveló, además, que Washington interceptó los teléfonos de los directivos de la Organización Mundial de Comercio, así como del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, refiere el diario mexicano La Jornada.
WikiLeaks es una organización sin fines de lucro, lanzada oficialmente en 2007 con el objetivo llevar noticias e información importante para el público. En su portal web señala que se “ha sostenido y triunfado contra los ataques legales y políticas diseñadas” para silenciar, tanto a sus periodistas como a sus fuentes anónimas.
La divulgación de información clasificada -sobre las guerras, asesinatos, torturas y espionaje-han dejado al desnudo las prácticas habituales del Gobierno de Estados Unidos, que se adjudica además “la vigilancia del mundo”, aplastando a su paso la soberanía y autodeterminación de Estados y naciones.
Este hecho ha convertido a WikiLeaks y a su creador, el periodista australiano Julian Assange, en objetivo del Pentágono.
Assange está refugiado desde junio de 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, Inglaterra, debido a la persecución que encabeza Estados Unidos en su contra.