Políticos y gremios brasileños han manifestado su apoyo a la decisión de la Cámara Baja del parlamento de Brasil de darle vía libre al juicio político contra la mandataria, Dilma Rousseff.
La Confederación Nacional de Agricultura (CNA), que agrupa a los poderosos empresarios del campo brasileño, reafirmó este lunes su apoyo a un juicio con miras a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, que ahora ha quedado en manos del Senado.
"Entendemos que fue dado un primer paso importante para que se restablezcan las condiciones de gobernabilidad, esenciales para la vuelta del crecimiento económico, con equilibrio y armonía entre los brasileños", dice un comunicado divulgado este lunes por la patronal.
Por su parte, Marina Silva, ex candidata presidencial, apoyó la decisión de la Cámara Baja contra Rousseff, pero alertó que su vicepresidente, Michel Temer, también es responsable por la crisis.
Según la exsenadora y exministra de Medio Ambiente, la posible destitución de Rousseff y su sustitución por Temer no es suficiente para "resolver la grave crisis política, económica, social y ambiental en curso" en Brasil.
"Está claro para la sociedad que el partido del vicepresidente es tan responsable por la crisis política, ética y económica como el partido de Rousseff", afirmó en un comunicado la líder ecologista y principal dirigente del partido Red Sustentabilidad.
Temer, que asumirá la jefatura del Estado en caso de que el Senado, así como lo hizo el domingo la Cámara de Diputados, también apruebe la realización de un juicio político con fines destituyentes contra Rousseff,es el presidente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), mayor fuerza política del país.
Igualmente, el expresidente brasileño Fernando Henrique Cardosoaseguró en Sao Paulo que el Gobierno de Dilma Rousseff "no tiene más condiciones para gobernar" y que Brasil vive una democracia "corroída y corrompida".EFE