Los testimonios aseguran desde haber visto al Venerable hasta lograr su intercesión para alcanzar un favor. La iglesia de La Candelaria recibe a cientos de devotos quienes, ante la tumba que guarda los restos de José Gregorio Hernández, agradecen o piden, algún milagro.
Monseñor Fernando Castro, obispo Auxiliar de Caracas y vicepostulador de la causa que se sigue desde El Vaticano para alcanzar la beatificación, ratifica que “quien consagra la santidad es sólo la Iglesia a través de la sustentación de un expediente que logre comprobar su intercesión ante Dios para conceder el milagro. Se ha presentado en dos ocasiones; sin embargo, no ha superado las exigencias médicas y de otro orden que exigen los procedimientos canónicos”.
Esto no impedirá que el proceso avance, señala monseñor Fernando Castro, al tomar en cuenta que ya fue superada la primera etapa que consiste en la comprobación de sus virtudes y prácticas cristianas.
“José Gregorio Hernández vivió heroicamente las virtudes cristianas y humanas, especialmente la fe, la esperanza y la caridad. Esta última, es la testificación que la vida del posible santo, la hizo quienes lo conocieron”, resaltó el Monseñor.
No es con firmas ni con presiones que se pretendan ejercer desde otras instancias que la Iglesia concede el título de Beato o Santo.
Castro ratifica “la oración y la comprobación de que no hay explicación científica en los casos que lo puedan elevar a los altares a un Venerable. La Coromoto, José Gregorio y la Vinotinto unen a Venezuela”.
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