El científico israelí Daniel Shechtman ha sido galardonado este miércoles con el Premio Nobel de Química por su descubrimiento de los "cuasicristales", un material útil para protecciones antiadherentes. Su peculiar estructura es el resultado de toda una vida dedicada a la investigación que hoy ha sido reconocida.
La estructura de los "cuasicristales" se asimila a los mosaicos árabes por su complejidad estructural, explicó al diario La Vanguardia Jaume Casademunt, profesor de la Facultad de Física de la Universidad de Barcelona.
"Es como si pretendes colocar unas baldosas encajadas en el suelo. Si las pones cuadradas o rectangulares, te encajan muy bien. Si las pones triangulares, también. En cambio, hay figuras extrañas que pueden ser encajadas para cubrir todo el suelo sin que se repita la misma estructura. La estructura acaba siendo regular en el sentido de que siempre es repetición de una única unidad, pero la manera en la que va quedando encajada no se repite nunca", comentó.
"Son figuras que, si te las miras al detalle, nunca se repiten. Son similares entre ellas, pero no se repiten nunca. Pero sí están construidas a través de una unidad, una estructura elemental, que es complicada, no es ni un cubo ni un triángulo", añadió.
La estructura de los "cuasicristales" se asimila a los mosaicos árabes por su complejidad estructural, explicó al diario La Vanguardia Jaume Casademunt, profesor de la Facultad de Física de la Universidad de Barcelona.
"Es como si pretendes colocar unas baldosas encajadas en el suelo. Si las pones cuadradas o rectangulares, te encajan muy bien. Si las pones triangulares, también. En cambio, hay figuras extrañas que pueden ser encajadas para cubrir todo el suelo sin que se repita la misma estructura. La estructura acaba siendo regular en el sentido de que siempre es repetición de una única unidad, pero la manera en la que va quedando encajada no se repite nunca", comentó.
"Son figuras que, si te las miras al detalle, nunca se repiten. Son similares entre ellas, pero no se repiten nunca. Pero sí están construidas a través de una unidad, una estructura elemental, que es complicada, no es ni un cubo ni un triángulo", añadió.
Nobel de química
Shechtman, de nacionalidad israelí, nació en 1941 en Tel Aviv y es profesor del departamento de Ingeniería de Materiales del Instituto Tecnológico de Haifa y de Ciencias de los Materiales de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos).
Tras doctorarse en 1972, trabajó en los Laboratorios de Investigación Wright Patterson AFB, en Ohio (Estados Unidos) y tres años más tarde entró en el departamento de Ingeniería de Materiales del Instituto Tecnológico de Israel.
Su principal aportación a la ciencia, que le ha valido el Nobel, fue su descubrimiento en 1982 de los "cuasicristales", que revolucionó el concepto de los químicos sobre los materiales sólidos.
Este científico israelí descubrió que los cuasicristales, también llamados sólidos cuasiperiódicos, presentan una rara peculiaridad: su estructura no es periódica, es decir, no se conforma a base de unidades menores repetidas, sino que se parece más a "un mosaico árabe".
Estos materiales son estructuras relativamente comunes en aleaciones con metales y se caracterizan por ser malos conductores de la electricidad y extremadamente duros y resistentes a la deformación, por lo que se emplean para recubrimientos protectores antiadherentes.
Tras doctorarse en 1972, trabajó en los Laboratorios de Investigación Wright Patterson AFB, en Ohio (Estados Unidos) y tres años más tarde entró en el departamento de Ingeniería de Materiales del Instituto Tecnológico de Israel.
Su principal aportación a la ciencia, que le ha valido el Nobel, fue su descubrimiento en 1982 de los "cuasicristales", que revolucionó el concepto de los químicos sobre los materiales sólidos.
Este científico israelí descubrió que los cuasicristales, también llamados sólidos cuasiperiódicos, presentan una rara peculiaridad: su estructura no es periódica, es decir, no se conforma a base de unidades menores repetidas, sino que se parece más a "un mosaico árabe".
Estos materiales son estructuras relativamente comunes en aleaciones con metales y se caracterizan por ser malos conductores de la electricidad y extremadamente duros y resistentes a la deformación, por lo que se emplean para recubrimientos protectores antiadherentes.