Nueve de cada diez "indignados" que acampan desde hace once días frente a la catedral de San Pablo, en la City de Londres, para denunciar los excesos del sistema financiero, regresan a sus casas a pasar la noche, según indican hoy los medios británicos.
Unas imágenes obtenidas por helicópteros policiales revelan que la mayor parte de los activistas vuelven a sus hogares al terminar la jornada, lo que, según el diario británico "The Times", contradice algunos de los eslóganes que portan los acampados, con mensajes como: "Todo el día, toda la semana, dormiremos en las calles heladas de Londres".
El campamento de unas 200 tiendas de campaña continúa atrayendo a cientos de manifestantes cada día, muchos de los cuales abandonan la protesta para pasar la noche en sus casas o en hogares de amigos, según el citado rotativo.
El diario recoge el testimonio de varios activistas que confiesan que vuelven a sus domicilios para cargar teléfonos móviles, atender sus obligaciones familiares o compromisos laborales o, simplemente, resguardarse del frío de las calles.
Edward Newman, uno de esos activistas residente en el norte de Londres, admitió que volvió a su casa cuatro noches: "Tenemos que mostrar que nos preocupa que los banqueros no tengan integridad. Pero necesito ir a mi casa y enviar e-mails para mi empresa".
"The Times" recuerda que se ha criticado a los acampados por ocasionar obstrucciones en esa concurrida zona de la capital.
La catedral de San Pablo cerró el pasado viernes de forma indefinida por primera vez desde la II Guerra Mundial, alegando motivos de seguridad.
Unas imágenes obtenidas por helicópteros policiales revelan que la mayor parte de los activistas vuelven a sus hogares al terminar la jornada, lo que, según el diario británico "The Times", contradice algunos de los eslóganes que portan los acampados, con mensajes como: "Todo el día, toda la semana, dormiremos en las calles heladas de Londres".
El campamento de unas 200 tiendas de campaña continúa atrayendo a cientos de manifestantes cada día, muchos de los cuales abandonan la protesta para pasar la noche en sus casas o en hogares de amigos, según el citado rotativo.
El diario recoge el testimonio de varios activistas que confiesan que vuelven a sus domicilios para cargar teléfonos móviles, atender sus obligaciones familiares o compromisos laborales o, simplemente, resguardarse del frío de las calles.
Edward Newman, uno de esos activistas residente en el norte de Londres, admitió que volvió a su casa cuatro noches: "Tenemos que mostrar que nos preocupa que los banqueros no tengan integridad. Pero necesito ir a mi casa y enviar e-mails para mi empresa".
"The Times" recuerda que se ha criticado a los acampados por ocasionar obstrucciones en esa concurrida zona de la capital.
La catedral de San Pablo cerró el pasado viernes de forma indefinida por primera vez desde la II Guerra Mundial, alegando motivos de seguridad.
EFE