Una pareja que subió el tono de sus juegos sexuales tuvo que pasar por una embarazosa situación, cuando la efusividad de sus actos amorosos generó alarma entre los vecinos.
Al parecer, tal debió ser el ruido que generaron, que las personas que vivían en los apartamentos contiguos confundieron los gritos y gemidos de la pareja con un episodio de violencia doméstica.
Sin pensarlo dos veces, algunos vecinos -convencidos que la chica estaba siendo atacada- llamaron a la policía.
Con mucha eficiencia la policía llegó al lugar en cuestión, donde fueron recibidos por los tórtolos, quienes estaban cubiertos por unas toallas, que no entendían el porqué de la visita de los oficiales.
Los amantes, que vivían en una localidad de Madrid, tuvieron que explicarle a los cuerpos de seguridad que sólo se trataba de un juego íntimo, pero en virtud del gran número de casos sin denunciar de violencia doméstica, la policía decidió llevarse a la chica para interrogarla en la comisaría.
Luego de varios dimes y diretes, la pareja finalmente pudo salir del embrollo y convencer a la justicia de archivar el expediente.
