(AP) — Los feligreses cubanos festejaron la Navidad este fin de
semana con la esperanza de ver en pocos meses el arribo del papa
Benedicto XVI a la isla, 14 años después de la histórica visita de su predecesor
Juan Pablo II.
El arribo de Benedicto XVI se prevé para antes de las Pascuas (primera semana
de abril) y coincide con el 400 aniversarios del hallazgo de la imagen de la
Virgen de la Caridad, la patrona de Cuba.
“La anterior visita (de Juan Pablo II) quitó muchas maneras de ver lo que
éramos (los prejuicios) por parte de los de afuera de la iglesia, con esta, el
diálogo se va a hacer más amplio”, expresó entusiasmado a la AP Felipe
Díaz, un laico comprometido que trabaja en la Catedral de La
Habana.
Las relaciones entre los católicos y las autoridades transitaron desde la
ruptura a comienzo de los 60, cuando la revolución expulsó sacerdotes y se
presionó a los religiosos, hasta una normalización –aunque con algunas
limitaciones– prácticamente inaugurada con la gira de Juan Pablo II.
El viernes por la noche, el presidente Raúl Castro anunció el indulto a más
de 2.900 presos, la mayoría comunes, como un gesto humanitario, entre otras
cosas en saludo a la gira del Pontífice y por el aniversario de la Virgen de la
Caridad.
La visita puede ser vista también como una recompensa al acercamiento
iniciado en 2010 y continuado en 2011, cuando las gestiones del
cardenal Jaime Ortega logró la liberación disidentes presos .
Los cubanos elevaron sus oraciones esta Navidad para que la salud acompañe al
Pontífice de 84 años y pueda llegar a Cuba tal como lo anunció y pese a las
observaciones de que el Santo Padre se veía agotado.
“Siempre rezamos por él porque es la cabeza de nuestra iglesia. Pero él sí va
a llegar a Cuba, nosotros tenemos esa fe, que Dios nos va a permitir ese
regalo”, comentó por su parte Rogelio Montes de Oca.
Aunque luego de décadas de las Navidades en Cuba no se consideraran ni
feriados –luego de la visita del Papa Juan Pablo II, sí– y pese a que en los
últimos años se produjo una apertura religiosa total en la isla, las
festividades no son tan vistosas como en otros países y hay pocos
árboles iluminados y ningún Papá Noel en las calles.
Para la Nochebuena, las familias suelen reunirse para cenar carne de cerdo y
congrí (arroz con frijoles) y en todo caso son un preámbulo del Año Nuevo, que
coincide con el aniversario del triunfo de la Revolución. De hecho en muchas
tiendas y vidrieras se veían carteles que recordaban el 53 aniversario de la
Revolución ilustrado con una foto del ex presidente Fidel Castro.
in embargo algunas Parroquias colocaron Nacimientos con las figuras de San José,
María y el Niño, mientras muchos capitalinos pudieron acercarse a la Virgen de
la Caridad, que realiza una procesión de varios meses por todo el país
como parte del Jubileo por su hallazgo.
“Estoy muy feliz de recibir al Papa”, comentó Electra Hernández, quien
aprovechó la presencia de la Virgen en La Habana para ir rendirle homenaje.
Cuando Juan Pablo II visitó Cuba por cinco días en 1998 fue recibido por
multitudes, mientras daba misas en las ciudades de Santa Clara, Camagüey y
Santiago de Cuba además de la propia Plaza de la Revolución. También fue
recibido por Fidel Castro.
En esta ocasión Raúl Castro, el actual mandatario se reunió esta
semana a una delegación Vaticana para iniciar los preparativos y un
comunicado oficial indicó que las autoridades recibirán “afecto y respeto” al
Pontífice.