Decenas de invasores vienen ocupando ilegalmente espacios en
importantes zonas arqueológicas de las provincias de Nasca y Palpa,
ubicadas en Perú. Según un reporte del Diario
El Comercio en una nota de José Rosales, la situación es alarmante porque se
están dañando geoglifos y líneas preíncas considerados Patrimonio Cultural de la
Nación.
Tras un recorrido realizado por el rotativo por Nasca, se pudo comprobar que
unos 400 invasores han tomado posesión de los sectores arqueológicos
registrados como Cerros Altos y La Calera II. Lo han hecho destruyendo,
irremediablemente, un trapecio y varias líneas.
Asimismo, la mayoría de los gestores de la invasión, que no suelen vivir en
las improvisadas casas de esteras que allí se han levantado, han trazado
vías de ingreso vehicular hasta esos espacios, los cuales llegan a
ocupar entre 200 y 1.000 metros cuadrados.
“La invasión de Cerros Altos y La Calera II se inició sistemáticamente a
mediados del año pasado con la aparición de unas 50 familias. Ello coincidió con
el inicio de la campaña electoral por las alcaldías, en la que algunos
candidatos ofrecieron a estos ocupantes otorgarles, una vez electos,
certificados y constancias de posesión. También les dijeron que les instalarían
servicios básicos de agua, desagüe y luz”, reveló el historiador nasqueño Josué
Lancho.
Ha sido poca la efectividad de las autoridades del Instituto Nacional de
Cultura para denunciar inmediatamente a estos invasores, y exigir al Ministerio
Público y al Poder Judicial celeridad en los procesos legales. Debido a ello,
estas invasiones se intensificaron en las últimas semanas de noviembre de este
año hasta alcanzar unas 400 viviendas de esteras que ocupan casi el 95% del
trapecio y las tres líneas paralelas que allí se dibujaban.
Daños en Palpa
Allí unas 50 familias han ocupado hace unos días la zona arqueológica de
Sacramento. Esto ya afectó un cementerio Nasca y ha puesto en riesgo la
conocida figura del reloj solar.
“Estos invasores se encuentran a solo 100 metros del reloj, una de las
figuras más representativas de Palpa, por lo que se debe emprender su inmediato
desalojo”, exigió el encargado de cultura del municipio provincial, Manuel
Cáceres Ventura.
También denunció que otras 200 familias se han instalado en la zona
arqueológica de Carmen Alto, donde se encuentran un cementerio Nasca y
unas estructuras de adobe.
“No se trata de un problema social de falta de vivienda, sino de la viveza de
dos sujetos que están traficando con terrenos. Las autoridades deben
denunciarlos y desalojar a los invasores, pero también proceder con un plan de
delimitación y señalización de estas zonas para evitar futuras ocupaciones
ilegales”, planteó, Alfonso Tijero Gugliermino, presidente del Comité
Territorial de Turismo de Palpa.
Por su parte, el nuevo jefe de la Dirección Regional de Cultura de Ica, Raúl
Sotil Galindo, reveló que la entidad no tiene recursos para proteger los 570
kilómetros cuadrados de figuras, trapecios y líneas que fueron declarados
Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco: “Solo tenemos una camioneta
donada, pero hace años no se mueve, porque no hay para comprarle repuestos”.
Asimismo, dijo que se necesita un efectivo plan de conservación de
los casi 5 mil kilómetros cuadrados de zonas arqueológicas que hay en
Nasca y Palpa. Muchos de los sectores no están señalizados, lo cual facilita las
invasiones.
La antigüedad de estos geoglifos es de aproximadamente 2.000 años. La
investigadora alemana María Reiche determinó que se trataba de un calendario
astronómico de la cultura preinca Nasca.
Con información de DPA