(EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, subió hoy
la montaña del santuario inca de Machu Picchu, junto a sus dos hijos y la
comitiva que lo acompaña, durante su cuarto día de visita privada en la región
peruana de Cuzco.
Según la agencia estatal Andina, Morales recorrió en unos 25 minutos el
camino de difícil acceso hacia la cima de la montaña Huayna Picchu, que domina
el entorno de la ciudadela, trayecto que usualmente toma una hora.
Durante su caminata, el gobernante boliviano pudo apreciar recintos
sagrados y terrazas enclavadas al borde de un precipicio.
Morales llegó el sábado a la ciudadela inca y después de una caminata por sus
atractivos, donde se tomó fotos con el entorno y con varios turistas que lo
reconocieron, dijo haber quedado sorprendido por su belleza.
“(Machu Picchu) ha sido un centro de rebelión, tiene paisajes
hermosos, representa la cultura andina y latinoamericana. Estoy
sorprendido”, expresó Morales a Andina.
En su primer día de recorrido por Machu Picchu, el principal atractivo
turístico de Perú, Morales no pudo ascender el Huayna Picchu por lo avanzado de
la hora, por lo que se animó a hacerlo hoy.
El mandatario reveló que en un inicio quería que toda su visita pasara
desapercibida, pero indicó que ha disfrutado su acogida y que
piensa en volver a pasar la Navidad en esa región peruana.
Morales ha recibido distinciones como huésped ilustre en varias localidades y
obsequios como una vara de mando de las comunidades locales.
El jueves Morales llegó a la ciudad de Cuzco y se reunió con su
homólogo peruano, Ollanta Humala, con quien después de suscribir una
declaración bilateral, disputó un partido de fútbol sala.
En el segundo día de visita, Morales recorrió atractivos como la fortaleza de
Sacsayhuamán y parte del circuito del Valle Sagrado.
El presidente boliviano tiene planeado retornar a su país el lunes.