(dpa) – Sucedió en 2011, el año en el que Venezuela confirmó a su
fútbol como el de mayor crecimiento en Sudamérica, aunque aún no haya
por qué pensar que los países bolivarianos puedan cambiar la correlación de
fuerzas con el hegemónico sur.
Bajo la dirección de César Farías, el “Mourinho venezolano”, el equipo
vinotinto avanzó hasta las semifinales de la Copa América de Argentina y terminó
el año empatado en puntos en el primer lugar de la eliminatoria sudamericana
hacia Brasil 2014, aunque con un partido más que Uruguay.
“Queremos que Sudámerica nos respete”, ofreció Farías. Y lo está logrando.
Por rendimiento y resultados, no es descabellado pensar que la hasta hace poco
cenicienta subcontinental juegue en Brasil, aunque aún queden 20 meses y 14
partidos por recorrer.
Venezuela parece hasta ahora sola en la reacción. Ecuador aún se ve
en formación con el colombiano Reinaldo Rueda, Colombia perdió al técnico y la
fe, Bolivia continúa como un equipo que sólo da pelea en algunos
partidos, mientras el Perú muestra indicios de que su alza podría
detenerse.
La superioridad sigue siendo de un sureño, en este caso Uruguay. Hay consenso
en que el equipo de Washington Tabárez es la niña bonita de la fiesta. Tras el
cuarto lugar en Sudáfrica 2010 vino la holgada coronación en la Copa América y
ahora el liderato en la eliminatoria, mientras jugadores como Luis Suárez y
Diego Forlán le dan imagen de invencibilidad a la celeste.
Su vecina Argentina sufre en cambio. Fracasó en “su” Copa y hasta
ahora más que un equipo parece la suma de 11 individuos en donde ni el
mejor jugador del mundo, Lionel Messi, pone orden. Aún así, los “gauchos”
también están en la vanguardia de la eliminatoria y los expertos consideran
difícil que queden fuera de la fiesta ecuménica.
Con Brasil, “obligado” a ganar el hexacampeonato mundial en su calidad de
anfitrión, las cosas no están claras, en gran parte porque su no participación
en la eliminatoria impide verlo en competencia oficial. En la Copa América
estuvo discreto, pese a la presencia de su naciente estrella Neymar, pero es
obvio que solo apunta a 2014.
Paraguay y Chile parecen sentir mucho la ausencia de sus técnicos
anteriores, los argentinos Gustavo Martino y Marcelo Bielsa, en ese
orden. Aunque los “guaraníes” llegaron hasta un frío subcampeonato en la Copa
América y los “mapochinos” están en un expectante puesto en la eliminatoria, de
momento no parecen ser los de antes.
Si el torneo terminara hoy, Ecuador, otro bolivariano, tendría un
cupo en el Mundial, junto a Brasil, Uruguay, Argentina y Venezuela. Se
trata de uno de los equipos más sólidos de la zona, pero aún no logra dar el
salto que lo instale entre los más grandes.
Perú empezó con ilusión con la llegada del técnico uruguayo Sergio Markarián
y la presencia de individualidades de cartel, y crecio con la buena actuación en
la Copa América, en la que quedó tercero. Pero el arranque en la eliminatoria no
ha sido bueno y está penúltimo, lo que ha bajado los decibeles de optimismo pero
no los ha acallado.
En donde parece haber pesimismo es en Colombia, que ni siquiera tiene técnico
tras la salida por malos resultados del novel Leonel Álvarez. Aunque la nómina
es relativamente, el cuadro “cafetero” no halla cómo cambiar un modelo caduco y
conocido por los rivales.
Jugadas apenas cuatro fechas de eliminatorias, las especulaciones no pasan de
ser eso. Una competencia de dos años es desgastante y premia a quienes tienen
una base más amplia de jugadores disponibles, y ahí, los de más al sur tienen
una ventaja apreciable.
Por Gonzalo Ruiz Tovar