La diputada de la Comisión de Contraloría del Parlamento carabobeño, Neidy Rosal, inspeccionó un almacén de la corporación Casa donde movilizaban productos para el reprocesamiento y distribución en la red Mercal y Pdval y aseguró que una gran cantidad de productos están vencidos. “Aproximadamente 100 mil kilos de salchichas vencida con fecha de diciembre del año pasado y enero de este año. Nos informan que para reprocesarlo; ahora nos preocupa: ¿reprocesar para qué tipo de consumo? ¿Por qué si esto llegó el año pasado se dejó vencer?”, expresó.
La legisladora, se dirigió personalmente a los referidos galpones, ubicados en el municipio Guacara y pudo constatar la permanencia de este lote de embutidos con fechas de expiración de diciembre de 2011 y enero del 2012. Para ese momento, las cajas estaban siendo cargadas en camiones para aparentemente ser reprocesadas.
“Hay unas cosas que van para reproceso. Se reprocesan para uso animal, se hacen harinas. Casi todo es porque tenemos centros de acopio colapsados y vamos a redistribución. Algunos sí pasaron su fecha, otros por cuestiones de viaje tienen algún problema microbiológico (…). Es algo normal por exceso de humedades; hay algunas cosas no aptas pero no por vencimiento”, dijo la Gerente de Planta, Edith González.
La diputada Rosal recalcó que este fue el primer hallazgo de comida vencida este año y recordó que durante el 2010 se encontraron 130 millones de kilos de rubros en igual condición, porque los galpones de almacenamiento no cuentan con las condiciones necesarias para su mantenimiento.
“Vemos con preocupación cómo sigue ocurriendo está perdida y ven como cosa normal que se venza la mercancía o que se contamine la mercancía o que llegue a los puertos contaminadas y que no se devuelva al puerto que la vendió“, puntualizó.
Finalmente, afirmó que tiene conocimiento sobre el arribo a Puerto Cabello de 2000 toneladas de leche y 990 toneladas de pollo, a pesar que el lugar aún no está equipado adecuadamente y alertó que se pudiera generar una nueva pérdida. “Más que un daño patrimonial, es un daño social y a la salud del venezolano, a las madres que día y día le faltan proteínas a la mesa de su hogar”, culminó.
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