La cúpula de Al Qaida está experimentando un relevo generacional por la que los líderes más veteranos de la organización están dando paso asucesores de entre 30 y 40 años, con una «diferente experiencia histórica», que han impulsado una revolución tecnológica en el armamento empleado en sus atentados y que, a largo plazo, tienen como objetivo principal reconstruir su presencia en Afganistán una vez se retire el grueso de las tropas internacionales, según un informe de Naciones Unidas. El documento, redactado por el Equipo de Supervisión Analítico y de Sanciones de la ONU, apunta además que la organización está renovando sus bases y ha iniciado una política de reclutamiento de menores donde se busca activamente a jóvenes de hasta doce años de edad.
La renovación de las propuestas de Al Qaida se hace patente en sus células en Somalia, Yemen, Nigeria, Malí o Siria, que cada vez funcionan con mayor independencia del actual líder de la organización,Ayman Al Zawahiri, actualmente en fuga y al que sus subordinados en el extranjero consideran «relativamente ineficiente», según el documento. Con la llegada de esta nueva generación, la estrategia operativa de Al Qaida ha evolucionado. En lugar de concentrarse en atentados singulares, la organización persigue ahora ataques «múltiples, complejos y simultáneos».
«Las bombas son cada vez más grandes y más avanzadas, y al menos 90 países son ahora objetivo de esta clase de ataques», indicó el documento. Finalmente, la organización tendría como gran objetivo a medio o largo plazo regresar a Afganistán aprovechando la debilidad del Gobierno afgano una vez se complete la retirada del grueso de tropas de EE.UU., y contando para ello con el apoyo de los talibanes afganos o de la sección paquistaní de los insurgentes, donde los contactos son más pronunciados. ABC