El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, han conversado telefónicamente durante más de una hora sobre el caos en el que se halla sumida Ucrania. Ambos mandatarios han coincidido en la necesidad de que el presidente Víctor Yanukóvich aplique cuanto antes el acuerdo político al que llegó con la oposición este mismo viernes para poner fin a la crisis política en la que se ha hundido el país en los últimos meses. Los dos líderes se han mostrado de acuerdo en la importancia de acelerar las reformas económicas en ese Estado y de colaborar con la Unión Europea para lograr la estabilización definitiva en la nación eslava.
“Ha sido una llamada constructiva. Ambos han coincidido en la necesidad de aplicar lo más rápidamente posible acuerdo que hoy se ha firmado en Kiev”, ha comentado un funcionario del Departamento de Estado a la prensa, una vez terminada la conversación. Durante la charla, Obama y Putin se han mostrado a favor de “estabilizar la situación económica y de que el país lleve a cabo una serie de reformas”y han llamado a ambas partes a “evitar nuevos episodios de violencia”, de acuerdo con la información que sobre la llamada ha brindado la Casa Blanca. El mandatario ruso también ha estado de conforme en colaborar con la Unión Europea para garantizar la normalidad en Ucrania.
Si los líderes estadounidense y ruso han expresado diferencias respecto de la situación política ucraniana, la Administración Obama se ha guardado mucho de evidenciarlas. En los últimos días, el Gobierno de EE UU se ha esforzado por no presentar el conflicto en Ucrania como un nuevo polo de conflicto con Moscú “No se trata de una competición entre EE UU y Rusia”, señaló el presidente norteamericano el miércoles desde México. Este viernes, el portavoz de la Casa Blanca ha insistido en esa línea de distensión. "Esta situación no tiene nada que ver con la Guerra Fría, lo que hemos visto en las últimas semanas es el deseo del pueblo ucranio de decidir por sí mismos lo que quieren para su propio país”, ha afirmado Jay Carney.
La llamada entre Obama y Putin –sostenida a instancias estadounidenses- es una más de las conversaciones que han mantenido en los últimos días las autoridades de ambas Administraciones. El jueves, tanto el secretario de Estado, como el de Defensa de EE UU, John Kerry y Chuck Hagel, respectivamente, hablaron con sus homólogos rusos y ucranios para tratar de acelerar una solución al conflicto en Ucrania y atajar la sangría que se ha apoderado de sus calles en los últimos días. El acuerdo al que se ha llegado este viernes, que contempla un adelanto electoral y la devolución al Parlamento de varios poderes que había asumido Yanukóvich, entre otras cosas, ha sido bienvenido por la Casa Blanca que, no obstante, se ha reservado la facultad de imponer nuevas sanciones en función de cómo se desarrollen los acontecimientos.
Ambos presidentes han aprovechado para abordar la crisis siria, las negociaciones sobre el programa nuclear iraní y los Juegos Olímpicos de Sochi durante su llamada. En el caso sirio, Obama y Putin hablaron sobre la necesidad de acelerar una solución política al conflicto y de garantizar la ayuda humanitaria a todos los rincones del país a través de una resolución de Naciones Unidas.