Las monedas latinoamericanas enfrentan un período de debilidad, en momentos en que se estanca el modelo de crecimiento basado en la exportación de materias primas, dijo el miércoles un funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El enfriamiento del crecimiento económico, tasas de interés internacionales al alza y precios más débiles de las materias primas han presionado las divisas de los países de la región en los últimos meses.
"Hay diferencias de economía a economía pero, en general, el contexto internacional apunta hacia un periodo de monedas más débiles en la región", aseguró el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, durante una conferencia en Chile.
Desde el inicio del año, el peso argentino ha caído más de un 17 por ciento frente al dólar, mientras que el peso chileno ha perdido cerca de un 7,5 por ciento, el peso colombiano en torno a un 4 por ciento y el peso mexicano y el sol peruano alrededor de un 1 por ciento.
En tanto, el real brasileño ha ido contra la corriente, apreciándose un 1 por ciento.
Werner dijo que la mayoría de las economías de América Latina estaban creciendo cerca de su tasas de tendencia y que se necesita de un esfuerzo concertado para mejorar la productividad y elevar la inversión, que ha visto una fuerte caída recientemente.
Los países de la región, cuyo crecimiento económico promedió un 4,3 por ciento entre el 2004 y 2012, posiblemente alcanzarían una expansión en torno al 3,3 por ciento durante los próximos cinco años, proyectó el funcionario.
"El ciclo de desarrollo y crecimiento guiado por exportaciones está llegando a un plateau (meseta), (...) el proceso productivo tiene que estar alimentado ahora de un mayor crecimiento de la productividad y probablemente una mayor inversión", dijo Werner.
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