Alrededor de un centenar de personas, entre milicianos y población civil, han muerto en las últimas 24 horas en los combates en la localidad de Schastie, en la región ucraniana de Lugansk, indicaron este domingo los rebeldes prorrusos.
Schastie, en las afueras de la capital de la región, fue arrebatada ayer sábado por la Guardia Nacional de Ucrania a los insurgentes en el avance de las fuerzas gubernamentales hacia Lugansk, bastión de la rebelión prorrusa, de medio millón de habitantes.
Schastie, en las afueras de la capital de la región, fue arrebatada ayer sábado por la Guardia Nacional de Ucrania a los insurgentes en el avance de las fuerzas gubernamentales hacia Lugansk, bastión de la rebelión prorrusa, de medio millón de habitantes.
Una amplia zona de la región de Lugansk, incluida su capital del mismo nombre, se ha convertido en las últimas semanas en escenario de los combates más intensos entre los dos bandos.
Las fuerzas ucranianas informaron hoy de la destrucción de dos puestos de control de los milicianos en las afueras de la capital de la región y de un ataque con artillería a las bases de los rebeldes en la localidad de Diákovka, también en Lugansk.
A su vez, los rebeldes aseguraron que recuperaron hoy la población de Lugánskaya, puesto fronterizo con Rusia en las afueras de la capital.
"El enemigo se ha retirado del pueblo. Su estancia en ese núcleo se ha saldado con muchísimos muertos y con ruinas", explicó a las agencias locales un portavoz de la autoproclamada república popular de Lugansk, que se ha declarado independiente de Ucrania.
Precisamente en Lugansk murieron ayer 49 soldados ucranianos, tras ser derribado el avión de transporte en el que viajaban cuando éste iba a aterrizar en el aeropuerto local.
Por otro lado, el portavoz de la operación antiterrorista lanzada por Kiev contra los insurgentes, Vladislav Selezniov, aseguró que las fuerzas aéreas del Ejército ucraniano han matado a más de 50 milicianos al atacar puestos de los rebeldes en las proximidades de Kramatorsk y Druzhkovka, en la región de Donetsk.
Selezniov insinuó que entre los milicianos muertos había muchos caucasianos: "Según nuestras fuentes, la mayoría de los cadáveres identificados no son de eslavos".
El Gobierno de Kiev acusa a la vecina Rusia de enviar armas y mercenarios a Ucrania, entre ellos ciudadanos de la república caucasiana de Chechenia.
El ministro ucraniano de Defensa, Mijail Koval, afirmó ayer al presidente del país, Petro Poroshenko, que las tropas habían liquidado más de 250 insurgentes en 24 horas.
En Amrosíyevka, localidad de la región de Donetsk, tres civiles y dos milicianos habrían muerto esta madrugada por fuego de artillería de las fuerzas ucranianas, según los separatistas prorrusos.
Mientras, los combates no cesan en Slaviansk, símbolo de la resistencia al Ejército para los rebeldes, donde los cañones de la artillería ucraniana no han dejado de disparar desde hace semanas.
La Guardia Nacional ucraniana informó de la muerte hoy de tres milicianos "cuando intentaban romper el bloqueo" al que han sometido a la ciudad las fuerzas de Kiev.
Los prorrusos, por su parte, denuncian el fallecimiento de dos civiles la pasada madrugada y la crítica falta de agua potable en la ciudad.
EFE