La ventilación de los ambientes en el hogar y en espacios públicos como los vehículos de transporte, a pesar del aumento del frío y la próxima llegada del invierno, recomendaron especialistas para evitar el contagio de las enfermedades respiratorias y otras como la tuberculosis.
El médico Leonid Lecca de la ONG Socios en Salud, sostuvo que está demostrado que la circulación del aire en los ambientes disminuye las posibilidades de contagio de Tuberculosis. Por el contrario, el riesgo de la transmisión de esta enfermedad es mayor en lugares cerrados.
"Una habitación con una ventana abierta en un extremo intercambia el aire cerca de la ventana; sin embargo, es baja la cantidad de aire que se intercambia lejos de la ventana. Por lo tanto, lo recomendable es contar con aberturas en extremos opuestos de una habitación (ventanas, puerta ventana, etc.) para permitir la adecuada circulación del aire", anotó.
También es importante que las viviendas y los dormitorios se ventilen por lo menos dos o tres horas al día, y lo mismo debe suceder en las aulas de los colegios y universidades. En el transporte público las ventanas siempre deben estar abiertas sobre todo en las mañanas y en las tardes, que es cuando se presenta la mayor cantidad de pasajeros, agregó.
"Con cambios muy simples y muchas veces con poco costo podríamos disminuir el riesgo de contagio. No debemos olvidar que esta enfermedad se transmite a través del aire, cuando la persona enferma (y sin tratamiento) tose, estornuda o habla. El tiempo que esta bacteria pueda sobrevivir en el ambiente donde fue expulsada dependerá de las condiciones que tenga la misma", sostuvo Lecca.
En los lugares cerrados y hacinados, la bacteria tiene más posibilidades de ingresar a otro organismo e infectar a las personas; mientras que en un lugar abierto con adecuada ventilación, no le será posible sobrevivir por mucho tiempo ya que el aire y la luz solar tienen propiedades que eliminan este tipo de bacterias, explicó.