El Atlético de Madrid tiene un problema de once metros. Es la distancia que hay desde el punto de penalti al área de meta. El equipo colchonero lleva dos temporadas en las que la suerte más sencilla del fútbol, se ha convertido en la más complicada. Es realmente extraño que un equipo de elite firme un porcentual cercano al 50% de aciertos y fallos en esta suerte. Además, es también bastante extraño que haya semejante baile de lanzadores, una circunstancia que ha terminado por pesar a la hora de al efectividad conseguida.
Si nos circunscribimos a la liga española, según apunta la Agencia EFE, el Atlético ha marrado cinco de sus últimos 12 penaltis en la competición. El último fue el de Siqueira en Mestalla, un lanzamiento que le detuvo Diego Alves. El asunto no sería tan problemático si encima no se añadiese la falta de concreción en cuanto a los lanzadores. En el curso pasado fueron Diego Costa y Villa los que alternaron. Y por cierto, que el asunto fue complicado. En el caso de Costa, falló tres en la competición liguera y uno más en Champions. Por su parte, el ‘Guaje’ también marró uno. El de Lagarto acabaría por anotar cinco en la competición regular y Villa otro más. En total, a lo largo de la temporada marcaron seis y fallaron cinco en todos los frentes. Como decíamos, un porcentaje cercano al 50%, una estadística realmente mala.
En la presente temporada, lo mismo. Dos penas máximas, la primera ante el Sevilla, que mandó Raúl García a la red (aunque Jiménez quiso lanzarla) y la mencionada de Mestalla, en la que le correspondía a Mandzukic lanzarla pero Siqueira quiso asumir la responsabilidad. “Tomó la pelota, me pidió tirarlo y le dije que sí. Falló dos penaltis en su carrera, los dos con el Atlético (el de Mestalla y otro en pretemporada frente al América de México), y tendrá difícil volver a patear”, explicó el técnico minutos después del 3-1 en Mestalla.
En el curso pasado también se vivieron momentos de indecisión como éste. Sin ir más lejos, en el decisivo choque ante el Elche, en el que Villa falló la primera de las penas máximas señaladas. Diego Costa había marrado en la jornada anterior, frente al Getafe y Simeoneoptó por cambiar. El ‘Guaje’ no logró anotar. Posteriormente, el Atlético volvería a tener otro penalti a su favor. En este caso, el preparador argentino señaló a Raúl García como el encargado pero Diego Costa obvió su decisión, cogió el balón y anotó. “Menos mal que no me hicieron caso porque Diego la pateó perfecta”, expuso el preparador acabado el choque. A día de hoy, con 116 penaltis fallados, el Atlético acabó el curso pasado como el equipo que más penas máximas ha marrado en la historia de la Liga. MD
