Un grupo feministas brasileñas protestó en Río de Janeiro contra los tratamientos de estéticaa los que las mujeres se someten por los imperativos de "la dictadura de la belleza", llegando a poner en riesgo sus vidas.
En la protesta, realizada en la playa carioca de Copacabana, las activistas se pusieron en bragas, mostrando líneas por todo su rostro y su cuerpo, imitando las que dibujan los cirujanos para servirse de referencia en las operaciones de estética.
También simularon inyectarse silicona o hidrogel, productos usados para el aumento del busto o de los glúteos y alertaron de los peligros que puede acarrear su uso.
En ese sentido, dedicaron palabras de aliento a la modelo Andressa Urach, quien está hospitalizada desde el pasado 29 de noviembre por una grave infección sufrida por una inyección de hidrogel que se aplicó hace cinco años para aumentar el tamaño de sus muslos.
Según un portavoz de Urach, la modelo se está recuperando y ya está comenzando a caminar, aunque sigue internada en cuidados intensivos en un hospital de Porto Alegre, capital de Río Grande do Sul (sur).
La activista Sara Winter dijo a Efe que Urach es una "víctima de la dictadura de la belleza" y de unos cánones estéticos "irrealizables", que son fruto de una "sociedad machista".
EFE