El robo de gasolinas en México está dejando a las estaciones de servicio vacías. En las últimas dos semanas, proveedores de combustibles en el centro y norte del país han denunciado una importante reducción en el abastecimiento de hidrocarburos. Petróleos Mexicanos (Pemex), que hasta ahora mantiene el monopolio del suministro de combustibles, ha admitido que la escasez de gasolinas en algunas regiones de México es consecuencia del aumento en las tomas clandestinas en los ductos de la estatal.
La petrolera mexicana registró, durante 2014, pérdidas de 1.159 millones de dólares por el robo de combustibles. En los últimos dos años, Pemex ha visto duplicar tanto la merma de sus ganancias por la venta del refinado como el número de tomas clandestinas en sus ductos. En 2013, la estatal perdió 545 millones de dólares y detectó 2.800 tomas ilegales, mientras que en el último año ha encontrado 4.000 perforaciones clandestinas en ductos. La petrolera cifra en 27.000 barriles diarios el combustible robado en 2014.
El sector de las gasolinas está a la espera de una transformación trasla reforma energética, que abre la industria a la inversión privada. A partir de este año, el Gobierno mexicano ha fijado un precio máximo para los combustibles para comenzar gradualmente la liberación de los costes al mercado. Además, Pemex ha propuesto a Estados Unidos la importación de 100.000 barriles de crudo ligero para aumentar su producción nacional de gasolina y diesel. Un giro para la industria mexicana que importa el 53,8% de los combustibles que se venden en el país.
EL PAIS