No necesariamente es una maña señal, estos chasquidos pueden producirse al realizar determinados gestos forzados y se deben a variaciones de presión en los gases disueltos en el líquido sinovial (lubricante de las articulaciones). Si no sientes dolor, no debes preocuparte. La denominación técnica es ‘cavitación articular’.
Si sufres dolor es posible que padezcas artrosis o artritis, en cuyo caso sería recomendable que acudieras a un médico para determinar el grado de la lesión. Unas molestias que también puede estar asociadas a la debilidad muscular o la hiperlaxitud articular (exceso de elasticidad), que podrías paliar potenciando la zona con los ejercicios que te recomendará tu fisioterapeuta.
También puede ocurrir por un aumento de tensión muscular y rigidez, lo que provoca que al mover las partes blandas estas lo hagan con dificultad, produciendo unos ruidos. Si te ocurre esto, la solución es devolverle la flexibilidad a la zona.
Fuente: MSN.ES