La UNESCO condenó enérgicamente la destrucción por el grupo terrorista ISIS del histórico templo grecorromano de Baalshamin , en las ruinas de Palmira, en Siria.
La Directora General del Organismo de Naciones Unidas, Irina Bokova afirmó que la destrucción sistemática de los símbolos culturales que conforman la diversidad cultural siria revela la intención verdadera de tales ataques:”privar al pueblo sirio de sus conocimientos, su identidad y su historia”.
Bokova añadió que la destrucción, ocurrida a una semana del asesinato del arqueólogo Khaled al-Assad, responsable por más de cuatro décadas por el cuidado de esas ruinas, constituye un nuevo crimen de guerra y una pérdida inmensa para los sirios y la humanidad.
Construido hace cerca de 2.000 años, el templo de Baalshamin es un ejemplo de la riqueza de la historia preislámica del país. Según varias informaciones, el edificio habría sido dinamitado el domingo 23 de agosto. Su parte interior, habría quedado seriamente dañada y las columnas que lo rodeaban se habrían derrumbado.