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sábado, 12 de diciembre de 2015

Niños que sufren castigo físico y psicológico tienden a tener conductas delictivas

Por lo menos el 30% de los niños que han sufrido castigo físico o psicológico se inclinan a futuro por vivir al margen de la ley, se involucran en actos delictivos y tienen conductas antisociales y abusivas, "tratando de devolver lo que recibieron cuando eran pequeños", advirtieron  especialistas en salud mental.

En el marco de la aprobación en el Congreso de la ley que prohíbe el uso de castigo físico y humillante contra la niñez, el psiquiatra del Instituto Nacional de Salud Mental, Freddy Vásquez, explica que "un niño maltratado llevará de por vida ese sello en su alma".

"Cuando un pequeño es maltratado ocurren cambios a nivel cerebral que muchas veces son irreversibles. Es como si se le cambiara el chip a la persona. El cerebro puede estar desarrollándose bien pero cuando la persona comienza a ser agredida, se trastocan todos sus mecanismos y ésta cambia y se vuelve otra", explicó.
Depresión y complejo de inferioridad
El niño maltratada que no busca la salida de la violencia y de la ilegalidad, va por el otro camino, es decir el de la depresión, la tristeza, el aislamiento, el silencio, la vergüenza y el complejo de inferioridad, indicó el galeno.

"Muchos de ellos desarrollan tendencias suicidas y se vuelven vulnerables a enfermedades como la depresión, ansiedad y esquizofrenia, principalmente si el maltrato viene de la madre o de quien lo cría desde pequeño", subrayó.

El maltrato físico y humillante deviene también en un déficit en el aprendizaje porque, debido a su baja autoestima, los menores agredidos son infelices y eso se nota en su desarrollo escolar.

"Podrían parecer subnormales y con algún tipo de retardo pero no es así, lo que sucede es que tiene temor de expresar lo que piensan y son sumamente tímidos", señaló.

Vásquez saludó la aprobación de la ley que prohíbe el castigo físico y humillante contra niños, niñas y adolescentes y aunque dijo que no contiene sanciones, todos debemos procurar que se cumpla por el bien de nuestra niñez.
Andina