El banco central egipcio ha anunciado este lunes, por sorpresa, una
devaluación de su moneda de casi un 13% y ha prometido que adoptará un
tipo de cambio más flexible. La doble decisión trata de relanzar el
crecimiento en un momento en el que las divisas de varios países
emergentes han perdido valor respecto a las principales monedas
occidentales y busca incrementar las reservas de moneda extranjera, que
se han desplomado un 50% en el último lustro. Las Bolsas de la región
han acogido la decisión de las autoridades egipcias con fuertes subidas.
El regulador financiero del país africano ha llevado a cabo la
devaluación mediante la venta esta mañana de 198 millones de dólares a
un cambio de 8,85 libras por dólar estadounidense, frente a los 7,73 del
tipo de cambio vigente hasta hoy. Poco después de que el banco central
hiciese pública su decisión, el mayor banco egipcio anunció el
lanzamiento de un producto financiero que permitirá a los inversores
extranjeros en deuda pública del país proteger su inversión frente a la
fluctuación de la divisa.
El instituto emisor señala en una nota que sus últimas medidas —incluido el levantamiento de restricciones para depositar y retirar divisas de los bancos para las empresas de determinados sectores y para los privados—, pretenden mejorar la confianza en la economía del país y que esta recupere su competitividad internacional. La nota destaca, además, la necesidad de ajustar el valor de la libra en el mercado de cambio, debido a los desequilibrios y la especulación que se vienen registrando por la falta de liquidez.
En el comunicado, el banco central egipcio se marca como objetivo
incrementar el volumen de reservas hasta los 25.000 millones de dólares
(22.500 millones de euros) de aquí a finales de año, frente a menos de
17.000 millones actuales.
Los parqués egipcios han reaccionado con fuertes subidas. El
principal índice del país, el EGX 30, se ha disparado un 6,8%, su mayor
repunte en casi tres años. Los bonos públicos a 10 años vista ofrecen
este lunes la rentabilidad más baja de los últimos cuatro meses.
"La decisión es bienvenida", subraya Simon Williams, economista jefe
de HSBC para la región. "Pero Egipto podría haber ahorrado miles de
millones en reservas si hubiese tomado la decisión hace un año y medio",
zanja. EP