El hambre se ha disparado un 36 % en Yemen desde septiembre de 2014 a consecuencia del conflicto que vive, que se ha intensificado en el último año, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El representante de la FAO en ese país, Salah Hasan, dijo hoy a Efe por teléfono que la situación empeorará en los próximos meses, pues las redes sociales y familiares se están debilitando a medida que avanza la crisis.
"Los hogares y familias cada vez tienen menos capacidad para trabajar y obtener ingresos", afirmó.
Hasan explicó que el conflicto ha perjudicado gravemente al sector agrícola, que emplea a la mitad de la fuerza de trabajo en el Yemen y es la principal forma de vida para dos tercios de la población.
La actividad se ha paralizado en muchos sitios y se han dañado los invernaderos (importante fuente de producción agrícola en el noreste del país), al tiempo que los cortes de electricidad y la falta de combustible están afectando los sistemas de irrigación y el almacenamiento y transporte de productos perecederos.
El limitado acceso a los mercados y a los sistemas de salud está complicando aún más la situación en las zonas rurales, donde muchas familias carecen de vacunas y piensos para mantener a sus animales.
En consecuencia, los precios de los alimentos básicos locales e importados han subido entre un 40 y un 160 %, sobre todo en el suroeste del país, según la FAO.
La agencia considera imprescindible apoyar los cultivos, la pesca y el ganado de alto nivel nutritivo, aumentar el suministro de agua y rehabilitar infraestructuras dañadas como canales y pozos.
También urge a generar actividades productivas para mejorar los ingresos de la población y controlar las enfermedades transfronterizas de plantas y animales.
Desde entonces más de 6.100 personas han muerto y 300.000 han resultado heridas, mientras que unos 2,5 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares, de acuerdo con cifras de organizaciones internacionales. EFE