BBVA vuelve a proponer una reforma laboral para abordar el desempleo, el que los españoles sienten como el principal problema, según responden en las encuestas. La nueva propuesta que lanza el servicio de estudios del banco es amplia y afecta no solo al Estatuto de los trabajadores. Entre las medidas que lanza la entidad, está la de adecuar la duración de las prestaciones por desempleo “al ciclo económico”. “Sería deseable reducirla, al menos durante la fase expansiva del ciclo económico”, expone el documento elaborado por BBVA Research.
Esto lleva unas líneas más adelante a proponer que la duración de las prestaciones varíe en función de la coyuntura económica: si es buena, que sean más cortas; si es mala, que se alarguen. La variación se haría de acuerdo con una regla automática que debería tener un límite "sobre la duración máxima" para evitar "riesgos presupuestarios".Esta propuesta forma parte de un amplio conjunto de medidas que abarcan cambios en la contratación, en la negociación colectiva, en las políticas activas de empleo, en las prestaciones y subsidios, en educación o en los mercados de bienes y servicios. En el campo de las prestaciones, los analistas de BBVA explican que en España los 24 meses de máximo que un parado puede cobrar la prestación contributiva se "sitúa entre las economías de la OCDE con una duración mayor". "Además, se constata que el tiempo de percepción de la prestación tiene efectos significativos sobre la permanencia en el desempleo: cuanto más se prolonga, menor es el incentivo a encontrar trabajo, sobre todo entre los beneficiarios de derechos de larga duración y los parados de mayor edad perceptores de subsidios", continúa.
Junto a este cambio, la propuesta del banco en políticas pasivas apuesta por ampliar el concepto de qué es una "oferta adecuada de empleo", la que un parado que percibe ayudas no puede rechazar sin exponerse a sanciones. Esto supondría que el desempleado tiene menos margen para rechazar una oferta.
Más dinero para políticas activas
Junto a la reforma de las políticas pasivas de empleo, los economistas de BBVA Research también proponen una reforma en las activas, que comienza por un incremento en el gasto, que debería pasar del 0,7% del producto interior bruto, unos 7.000 millones, a un cantidad que oscilaría entre los 12.000 y 13.000 millones (1,2% y el 1,3% del PIB).
Además del incremento en el presupuesto, la proposición se completa con la demanda de mayor evaluación de las políticas activas de empleo, del refuerzo del personal en las oficinas públicas de empleo y una mayor colaboración con las agencias privadas de colocación, y la implantación de pruebas piloto en las que se compruebe el buen funcionamiento de las acciones a desarrollar.
El documento también propone cambios en contratación y el despido, tomando una propuesta que este departamento de BBVA realizó en 2014. Esta se resume en una simplificación de los modelos de contratos que existen ahora para reducirlos a tres, uno indefinido, que tendría una indemnización creciente en función de la antigüedad, otro temporal (con causa y dos años de duración), y otro de formación. Para estimular la contración indefinida, la indemnización en caso de despido de los temporales sería mayor que en los fijos.
Otras de las propuestas que hace atañen a las cotizaciones. Propone BBVA "una reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social financiada con un aumento de los impuestos indirectos". "Una disminución de 2,3 puntos en las cotizaciones sociales podría financiarse con un aumento de 2 puntos en los tipos implícitos de los impuestos indirectos", sugiere el banco. "Este cambio en las cargas tributarias podría generar 200.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo y dar lugar a un aumento del PIB del 0,7% a largo plazo". EP