El grupo empresarial Fininvest, propiedad del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha hecho efectiva la sanción de unos 560 millones de euros impuesta por el Tribunal de Apelación de Milán por la corrupción desatada en la pugna por el control de la editorial Mondadori.
El conglomerado italiano CIR (Compañías Industriales Reunidas), beneficiario de la sanción, informa en un comunicado de que hoy recibió en concreto 564,2 millones de euros de Fininvest, en concepto de resarcimiento por los daños patrimoniales causados al no haberse podido hacer con el control de Mondadori.
El grupo empresarial del primer ministro italiano, que preside su primogénita, Marina Berlusconi, se ha visto obligado a hacer efectiva la sanción ante el carácter "inmediatamente ejecutable" de la misma, a pesar de que ya ha anunciado que la recurrirá ante el Tribunal Supremo.
En el comunicado, CIR expresa su "plena confianza en que las buenas razones de su empresa" reconocidas tanto en primer como en segundo grado de este proceso civil serán también refrendadas por el Tribunal Supremo en un futuro.
El pasado 9 de julio el Tribunal de Apelación de Milán volvió a condenar a Fininvest a resarcir económicamente a CIR por el caso Mondadori, aunque rebajó en 190 millones de euros la sanción impuesta en primer grado, que fue de 750 millones de euros.
La condena en apelación se cifra en unos 540 millones de euros, a lo que se suman los intereses y los gastos judiciales desde que se dictó la sentencia en primer grado, por lo que el pago final efectuado por Fininvest se eleva hasta los 564,2 millones de euros.
El grupo de Berlusconi, que controla, entre otras empresas, la mediática Mediaset y el Milán Club de Fútbol, fue condenado en octubre de 2009 en primera instancia a pagar 750 millones de euros a CIR, editor del diario "La Repubblica", en concepto de resarcimiento por la pugna por el control de Mondadori.
Los hechos se remontan a los primeros años 90, cuando el grupo de Berlusconi y CIR, ambos accionistas de Mondadori en la época, recurrieron a la Justicia para que decidiera quién tenía derecho a quedarse con las acciones de la familia Formenton, heredera del histórico dirigente de la editorial, Arnoldo Mondadori, que daban el control de la empresa.
El 20 de junio de 1990, el tribunal decidió que el acuerdo al que Carlo de Benedetti, de CIR, había llegado con la familia antes de que ésta cambiara de opinión a favor de Berlusconi era el que tenía validez, decisión que fue recurrida posteriormente por Fininvest, a quien un juzgado de Roma dio la razón en 1991.
Posteriormente, el caso se reabrió por la vía penal para averiguar si habían existido irregularidades en el proceso y Cesare Previti, exabogado del primer ministro, fue condenado en 2007 por el Tribunal Supremo a un año y seis meses de cárcel por sobornar a uno de los jueces que se hicieron cargo del asunto, mientras que Berlusconi salió indemne.
EFE