El ritmo inflacionario español se mantuvo en el 3%, en julio, como fue en junio, tras un aumento del 3,4% de mayo, según cifras definitivas hechas públicas el viernes por el Instituto nacional de estadísticas (Ine).
La inflación había alcanzado un pico, en abril, del 3,5%, el más elevado desde octubre del 2008, antes de retroceder, en mayo, hasta el 3,4%.
Estas cifras fueron calculadas en armonía con las de la Unión Europea (UE).
La estabilidad se explica en particular por una reducción en los precios de las comunicaciones, que cedieron un 1,2% "a causa de la bajada de los precios de los servicios telefónicos, en contraposición con la subida experimentada hace un año", destacó Ine en un comunicado.
Por el contrario, los precios de los transportes subieron en julio un 7,8% y los de la vivienda un 7,2%. Los precios de las bebidas alcohólicas y del tabaco aumentaron un 5,6%.
La inflación española persiste en un nivel muy elevado, comparable al registrado en otoño (boreal) del 2008, justo antes que el país se sumergiera en una crisis económica y que se derrumbaran los precios del sector inmobiliario.
Estos últimos meses, la escalada de los precios de los carburantes y cierta recuperación en el inmobiliario alimentaron el aumento de la inflación.
España registra un ritmo inflacionario netamente superior al de la Eurozona (2,5% de media en julio, según una primera estimación de Eurostat), si bien el país lucha siempre para salir de la recesión.
Según previsiones del Banco de España, la inflación disminuirá a lo largo del año para fijarse en 1,7% a finales del 2011.
AFP
