Según un estudio llevado a cabo en la Universidad de Washington y el Centro de Cáncer Siteman en St Louis, Estados Unidos, hoy se cuenta con el conocimiento para reducir la "carga de salud pública del cáncer".
Sin embargo, todavía hace falta llevar a cabo muchos más esfuerzos para cambiar tanto el comportamiento de los individuos como de las poblaciones.
El estudio, publicado en Science Translational Medicine (Science, Medicina Traslacional), nombra lo que dice son "una serie de obstáculos que están en el camino para poder hacer mella en la carga de cáncer en Estados Unidos y en todo el mundo".
"En realidad, contamos con una enorme cantidad de datos sobre las cuasas y prevención del cáncer" expresa el doctor Graham Colditz, principal autor del estudio.
"Es tiempo de que invirtamos en la implementación de lo que sabemos".
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer es causa de unos 7,6 millones de muertes que ocurren cada año en el mundo, la mayoría (80%) en los países de medianos y bajos ingresos.
Y más de tres millones de estas muertes (30%) podrían prevenirse.
En el nuevo estudio, el doctor Colditz afirma que "lo que sabemos ahora es que los hábitos del estilo de vida de la gente y la sociedad pueden influir de varias formas, tanto con el uso de tabaco como la dieta y el ejercicio, y éstas juegan un papel significativo en causar cáncer".
Tan sólo el tabaquismo, dicen los científicos, es responsable del 30% de todos los casos de cáncer, y el exceso de peso corporal y obesidad de otro 20%.
Escépticos
"Las políticas antitabaco y los subsidios gubernamentales no hacen lo suficiente para desalentar la conducta insana, y en algunos casos hacen más accesibles las opciones insanas, principalmente en las comunidades de bajos ingresos", Dr. Graham Colditz
El doctor Colditz afirma que existen una serie de obstáculos que han impedido implementar estrategias más amplias de prevención.
Uno de estos obstáculos, dice, es el "escepticismo de que el cáncer puede prevenirse".
Los estudios sobre cáncer que se llevan a cabo en poblaciones han mostrado el impacto beneficioso de las estrategias contra el cáncer, como la prohibición de fumar en lugar en públicos.
Sin embargo, los resultados de estos estudios muchas veces tardan años en llegar a las poblaciones y este desconocimiento crea escepticismo.
"Los beneficios no ocurren de forma instantánea sino se acumulan con el tiempo" señalan los investigadores.
"Los humanos son impacientes y esta característica humana en sí misma es un obstáculo para la prevención de cáncer".
Otro obstáculo, dicen los autores, es que muchas veces las intervenciones para prevenir el cáncer se llevan a cabo demasiado tarde en la vida.
Esto incluye las estrategias de vacunación para cáncer cervical, que funciona mejor si se suministra en los años de la adolescencia, o medicamentos, como la aspirina, que en años recientes han mostrado beneficios como preventivos de la enfermedad.
Otro problema, dice el doctor Colditz, es que la investigación hasta ahora ha estado enfocada en el tratamiento y no la prevención.
"Los tratamientos se enfocan solamente en un sólo órgano después del diagnóstico, pero los cambios de conducta para la prevención reducen el cáncer y las tasas de muerte para muchas más enfermedades crónicas" señala.
Pero lo principal, aseguran los investigadores, es seguirse esforzando en la implementación de las estrategias antitabaco y las campañas para una dieta sana, principalmente en los países en desarrollo.
Según la OMS, el cáncer se está convirtiendo en una de las principales causas de muerte en el mundo y se proyecta que para el 2030 las tasas de mortalidad por la enfermedad sobrepasen los 11 millones cada año.
BBC