El Gobierno de Japón rebajará desde mañana, domingo, las restricciones de entrada en dos municipios situados en la zona de exclusión de 20 kilómetros en torno a la central nuclear de Fukushima, informó la televisión pública NHK.
Los residentes de las localidades de Tamura y Kawauchi, en el borde del área de exclusión, podrán visitar desde mañana sus casas, de las que tuvieron que irse hace un año a causa del accidente en la cercana planta nuclear de Daiichi, detalló el canal.
Se calcula que la medida permitirá que unas 16.000 personas puedan entrar de nuevo en la zona de evacuación, aunque por el momento no se les permitirá pernoctar allí y en algunas áreas deberán llevar trajes de protección.
Pese al permiso no se espera un retorno masivo de los desplazados, ya que muchos han apuntado que prefieren esperar a que las labores de descontaminación que comenzaron a principios de año estén más avanzadas.
El Gobierno también prevé levantar las restricciones de entrada el próximo 16 de abril en la ciudad de Minamisoma, parte de la cual quedó a su vez dentro del área de exclusión en torno a la planta nuclear.
La decisión se tomó anoche en una reunión de un grupo especial de trabajo encabezado por el primer ministro, Yoshihiko Noda, para establecer nuevos parámetros de clasificación de las zonas de evacuación según su nivel de radiactividad.
En las áreas en las que la radiación acumulada no supere los 20 milisievert al año, el Gobierno trabajará para que los evacuados puedan regresar a sus viviendas lo antes posible, según NHK.
En aquellas que presenten hasta 50 milisievert anuales se permitirá solo el acceso restringido, mientras que las que superen ese nivel serán decretadas por el momento inhabitables.
El accidente desencadenado en la central de Fukushima por el devastador tsunami de marzo de 2011 obligó a evacuar a unas 80.000 personas en once municipios alrededor de la planta.
Además de Tamura, Kawauchi y Minamisoma, las autoridades seguirán revisando las condiciones existentes en las otras ocho localidades afectadas para decidir sobre el eventual retorno de desplazados.
El Gobierno confirmó el pasado diciembre que los maltrechos reactores de Fukushima Daiichi estaban en estado de "parada fría" y las emisiones de radiactividad se habían reducido de forma sustancial.
Sin embargo, se calcula que retirar el combustible dañado del interior de los reactores y desmantelarlos puede llevar unas cuatro décadas.
EFE