Catorce días, que equivalen a 319 horas, cumplen los 4 miembros de la Universidad del Zulia en huelga de hambre exigiendo un presupuesto universitario justo y mejoras en la providencias estudiantiles.
Dos estudiantes, una profesora y un obrero de la máxima casa de estudios de la región mantienen el ayuno prolongado.
Frank Ruiz de 18 años de edad y estudiante de derecho, con una debilidad física notoria asegura que aunque el gobierno juega al desgaste no consumirá alimento alguno hasta lograr el objetivo.
"Podrán degastarnos físicamente y hasta anímicamente pero jamás nos desgastarán nuestra conciencia, esta lucha no es solo por mi educación, es por mi universidad y por todos los jóvenes que vienen después de mi que se merecen una universidad libre plural y de calidad", dijo.
La profesora de idiomas Mariana Fulcado de 46 años, aseguró que aunque su cuerpo se resiente por la falta de alimento su fe y su conciencia la mantienen en la huelga.
"Lucharé hasta final y el llamado es a todos los venezolanos, mírennos, reflexionen sobre el por qué estamos aquí, lo hacemos porque nos quieren quitar los espacios que son sinónimo de democracia como lo son las universidades, si nos las quitan nos quedaremos sin país", señaló la profesora.
Este lunes los huelguistas recibieron la visita del arzobispo de Coro Monseñor Roberto Lückert quien califico la acción como un acto de mártires.
"Son medidas extremas que uno admira. Estos jóvenes y profesores están defendiendo la autonomía de la universidad de las agresiones de un gobierno que quiere convertir a la universidad en una universidad cubana. Este gobierno es indolente y no cree en huelga de hambre y una muestra es que dejaron morir de hambre a Brito quien estaba exigiendo les devolvieran sus tierras, yo tengo mucho temor que esto vaya a pasar".
Trujillo, Táchira, Mérida, y Zulia son las entidades donde la huelga de hambre se mantiene además de la nunciatura apostólica.
Para este martes los estudiantes junto a profesores y demás miembros de la Universidad del Zulia realizaran un juicio oral en la sede rectoral como parte de las acciones de protesta.