Identifican una diana para prevenir la epilepsia
Científicos de la Universidad de Duke (EE.UU.) han identificado un receptor en el sistema nervioso que puede ser la clave para la prevención de la epilepsia después de un periodo prolongado de convulsiones. Los hallazgos, publicados en Neuron, presentan una nueva diana molecular para el desarrollo de medicamentos capaces de prevenir la aparición de la epilepsia, y no sólo para controlar los síntomas de la enfermedad.
Actualmente no existen terapias preventivas para muchos trastornos frecuente del sistema nervioso, como la enfermedad de Alzheimer, el párkinson, la esquizofrenia o la epilepsia. La epilepsia, explica el autor de la investigación, James O. McNamara, es un trastorno neurológico grave caracterizado por convulsiones recurrentes. De todas sus variantes, la epilepsia del lóbulo temporal, caracterizada por ataques en la región del cerebro donde se almacenan los recuerdos, el lenguaje, las emociones y los sentidos son procesados, es la forma más común y puede ser devastadora. Dado que los individuos afectados tienen convulsiones que afectan su conciencia y pueden tener problemas de conducta asociados, dificulta sus actividades cotidianas, incluyendo su labor en un puesto de trabajo o la obtención de una licencia de conducir
Hata ahora, los tratamientos convencionales para la epilepsia tratan los síntomas de la enfermedad, con el objetivo de reducir la probabilidad de sufrir una convulsión. Sin embargo, muchas personas con epilepsia del lóbulo temporal siguen teniendo convulsiones a pesar de tomar estos medicamentos. «Este estudio abre una nueva vía de investigación prometedora en los tratamientos que pueden prevenir el desarrollo de la epilepsia», señala Vicky Whittemore, directora de programa en el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares.
Convulsiones
Se sabe que las personas con epilepsia del lóbulo temporal tienen inicialmente un episodio de convulsiones prolongadas, conocido como estado epiléptico, que a menudo es seguido por un periodo libre de crisis de recuperación antes de la gente empiece a experimentar convulsiones recurrentes del lóbulo temporal.
En animales sanos ya se ha visto la inducción de un estado epiléptico puede hacer que sea epiléptico. Por tanto, las convulsiones prolongadas se cree que causan o contribuyen de forma importante al desarrollo de la epilepsia en seres humanos. «Un objetivo importante de este campo ha sido el de identificar el mecanismo molecular por el cual el estado epiléptico transforma un cerebro normal en epiléptico -dijo McNamara-. La comprensión de este mecanismo en términos moleculares sería proporcionar un objetivo con el que se podría intervenir farmacológicamente, tal vez para evitar que un individuo se convierta en epiléptico».
Investigaciones previas había definido el papel de un receptor del sistema nervioso, TrkB; se cree que es clave en la transformación del cerebro de normal a epiléptico. En este trabajo, el equipo de McNamara ha tratado de confirmar si TrkB era importante para el estado de la epilepsia inducida.
Mediante el uso de un enfoque que combina la química y análisis genéticos, los investigadores estudiaron ratones normales y alterados genéticamente. En estos últimos, un fármaco, 1NMPP1, inhibió TrkB en sus cerebros y si se retiró el fármaco, los ratones genéticamente alterados se convertían en epilépticos, lo que demuestra que la inhibición de TrkB impide el inicio de la epilepsia. Cuando los científicos generaron el estado epiléptico en los animales, tanto los normales como los modificados genéticamente desarrollaron epilepsia. Sin embargo, el tratamiento con 1NMPP1 después de un periodo prolongado de convulsiones impidió la epilepsia en los alterados genéticamente, pero no en los ratones normales. «Esto demostró que es posible intervenir en el siguiente estado de mal epiléptico y evitar que el animal se convierta en epiléptico», afirmó McNamara.
Un dato relevante del trabajo es que el tratamiento con 1NMPP1 solamente se administró durante dos semanas, periodo suficiente para impedir el desarrollo de la epilepsia en los ratones cuando se analizó varias semanas más tarde.
No terapia crónica
Los resultados sugieren que sólo haría falta una terapia preventiva durante un periodo de tiempo limitado una vez que aparecen las convulsiones prolongadas, no durante toda la vida del individuo, lo que podría evitar efectos secundarios innecesarios que aparecen con el uso a largo plazo de medicamentos.
En el futuro, los investigadores esperan determinar la ventana de tiempo exacta en la que TrkB debe ser reprimido para prevenir la aparición de la epilepsia. A largo plazo, esta investigación proporciona unadiana molecular para el desarrollo de los primeros fármacos para prevenir la epilepsia.
ABC