Estar enfermo representa una situación muy difícil para los pacientes y sus familiares, hecho que puede agravarse aún más con la exposición constante de ruido ambiental de peatones y conductores de transporte, manifestó la doctora Zarela Solís, directora general del Hospital Loayza.
Explicó que el ruido permanente y excesivo de las bocinas, puede ocasionar complicaciones en los pacientes como estrés, irritabilidad, agresividad, dolores de cabeza, problemas cardiacos, e incluso la pérdida progresiva de la audición, además de prolongar el tiempo de recuperación de aquellos que se encuentran hospitalizados.
“De acuerdo con el ‘Reglamento de Estándares Nacional de Calidad Ambiental para el Ruido’, los hospitales están considerados como zonas de protección especial, por lo que el nivel de emisión sonora en el perímetro no debe exceder de los 50 decibeles (Db) durante el día, y en la noche, de los 40 Db”, refirió.
En ese sentido las autoridades del Hospital, personal médico, enfermeras y voluntarios hicieron un llamado a los choferes en la avenida Alfonso Ugarte, a no tocar el claxon en zonas hospitalarias, portando para ello carteles y banderolas alusivas a esta temática
MINSA