Reuters).- La prohibición de Twitter en Turquía antes de unas elecciones locales desató malestar entre los usuarios por considerarlo un “golpe digital”, generó la condena internacional y una pelea entre el presidente y el primer ministro del país.
Los tribunales bloquearon el acceso a Twitter, después de la promesa del primer ministro Tayyip Ergogan, en campaña antes de la celebración de 30 elecciones locales el próximo jueves, de “eliminar” el servicio de esa red social sin importar la opinión de la comunidad internacional.
Los turcos, entre ellos el presidente Abdullah Gul, enseguida encontraron formas de eludir la prohibición, con el hashtag #TwitterisblockedinTurkey rápidamente convirtiéndose en un trending topic global.
“Uno no puede aprobar el cierre completo de plataformas de medios sociales”, dijo Gul en un tuit y agregó que esperaba que la prohibición tenga vida corta, enfrentándose públicamente con el primer ministro.
Erdogan, quien ha dominado la política turca durante 11 años, está luchando contra un escándalo de corrupción que ha sido alimentado por los medios sociales, repletos de supuesta evidencias de mal accionar del Gobierno. No mencionó la prohibición de Twitter en dos actos de campaña del viernes.
Usuarios de Twitter lo llamaron un “golpe digital”, algunos comparando a Turquía con Irán y Corea del Norte, dondelas plataformas de los medios sociales están muy controladas. También hubo manifestaciones de protesta.El principal partido de la oposición dijo que apelará la prohibición y presentará una demanda penal contra Erdogan por violar las libertades personales. Una asociación de abogados del país también presentó una demanda judicial.
“No tener Twitter en Turquía se siente como tener un golpe. El equivalente moderno a ocupar las estaciones de radio“, dijo el escritor y periodista estadounidense Andrew Finkel, quien ha reporteado sobre el país durante más de 20 años, en su cuenta de Twitter.
El Partido AK de Erdogan ya ha endurecido el control sobre internet, dado al Gobierno una mayor influencia sobre los tribunales y reasignó a miles de policías y cientos de jueces y fiscales en su lucha contra un escándalo de corrupción que el primer ministro ha calificado de una conspiración de enemigos políticos para sacarlo del poder.
Gul, quien es visto como una figura más conciliadora que Erdogan, ha estado indeciso sobre criticar abiertamente al primer ministro antes de las elecciones.
Ambos fundaron el partido de raíces islámicas AK y Gul es visto como un posible sucesor de Erdogan si se presenta para la presidencia en las elecciones de agosto.
Sus críticos dicen que sus propias ambiciones lo han vuelto demasiado cauto para desafiar a Erdogan, la figura más poderosa dentro del partido gobernante.