"Primera fila" no sólo es el nuevo disco de la agrupación española La Oreja de Van Gogh, que presenta este sábado en Quito, es también su forma de pagar una "deuda histórica" que dice tener con América, a la que busca ahora acercarse más.
"Este proyecto nos ha servido un poco para subsanar la deuda histórica que teníamos en América porque hemos pasado mucho tiempo en España y realmente América es muy grande", dijo Álvaro, uno de los cinco integrantes del grupo, y para quien este es "un primer paso" para arreglar ese "pequeño desequilibrio".
Y lo han hecho con gran acogida hasta hoy en los países donde han presentado su más reciente producción desde principios de mes: Chile, Argentina, Uruguay y Perú. Este sábado deleitarán a sus fanáticos en Ecuador y hasta fin de mes prevén presentarse también en Panamá y México.
"Primera fila" es un disco con quince canciones, muchas de ellas nuevas versiones de algunas con las que han deleitado a su público en los últimos años.
Ahora presentan cuatro canciones inéditas "para que la gente vea el momento en el que se encuentra el grupo musicalmente", dijo en una entrevista con Efe Leire, la vocalista del grupo, al comentar que se trata de un proyecto en el que han "aprendido mucho".
"Hemos roto esa forma de trabajar que teníamos hasta ahora y hemos aprendido a hacer las cosas también de otra manera", explicó.
Compartir escenario con otros músicos, como lo hacen en este disco, les ha significado todo un aprendizaje, sobre todo, de maneras diferentes de ver una misma canción.
"Nosotros, al final, tenemos una manera de hacer las cosas y muchas veces te encierras en eso. Ver otras formas de abordar una canción también es interesante", comentó Haritz, otro miembro del grupo español que hoy comparte escenario con su compatriota Alex Ubago.
Para el grupo, enfrentarse a canciones nuevas es "un reto", algo que los "estimula mucho", dijo Pablo, quien recordó que la base del grupo son las canciones compuestas desde hace ya 20 años. EFE
