El Consejo de Seguridad de la ONU abordó hoy la situación en la Franja de Gaza, donde unas 90 personas han muerto y casi 350 han sido heridas durante los más de 500 ataques aéreos de Israel, que explica estos bombardeos como defensa por una serie de cohetes disparados desde ese territorio ocupado.
El Secretario General de la ONU presentó al Consejo un informe durante la sesión urgente solicitada por la Liga Árabe, la Organización para la Cooperación Islámica, los países No Alineados y el Comité de los Derechos del Pueblo Palestino.
Durante su intervención, Ban Ki-moon expresó gran alarma por la escalada de violencia y advirtió que esa espiral puede acelerarse dada la amenaza palpable de una incursión terrestre israelí si Hamas continúa disparando cohetes.
Ban reiteró que es más urgente que nunca encontrar una base común para volver a la calma y llegar a un alto el fuego puesto que, una vez más, los civiles son los que están pagando el precio del conflicto.
"Gaza, como la región en su conjunto, no puede permitirse otra guerra ni otra falla. Además, es impredecible el potencial de que la violencia se contagie a Cisjordania, donde la situación es de por sí inflamable", apuntó.
Ban agregó que esta crisis subraya nuevamente que el estatus quo es insostenible y pugnó nuevamente por la solución de dos Estados.
Al concluir la reunión, los miembros del Consejo iniciaron una sesión cerrada de consultas.