El Gobierno japonés dio hoy su visto bueno a la construcción para 2027 de la primera línea operada por un tren de levitación magnética en este país, que será capaz de alcanzar los 600 kilómetros por hora y unirá las ciudades de Tokio y Nagoya.
La operadora ferroviaria nipona Central Japan Railway (JR Tokai) presentó este proyecto en septiembre del año pasado y lo remitió al Ejecutivo nipón en agosto, que hoy le ha dado la autorización necesaria para empezar las labores de construcción de la nueva línea.
Central Japan Railway espera inaugurar su primera ruta comercial entre las ciudades de Tokio y Nagoya en 2027, un trayecto de 286 kilómetros que el nuevo modelo completará en unos 40 minutos, en lugar de los 88 actuales que tarda el servicio de alta velocidad Shinkansen (tren bala).
Los trenes "Maglev" funcionan a través de un sistema de levitación magnética que usa motores lineales instalados cerca de los raíles.
El campo magnético permite que el tren se eleve hasta 10 centímetros por encima de los raíles, lo que elimina el contacto y deja al aire como único elemento de rozamiento, favoreciendo así la velocidad.
El proyecto tendrá un coste estimado de 9 billones de yenes (unos 66.600 millones de euros), según la compañía.
El Gobierno ha autorizado su construcción tras analizar en detalle el impacto territorial y medioambiental del proyecto, así como sus condiciones de seguridad.
El ministro de Transporte, Akihiro Ota, expresó su "preocupación" por las cesiones de terrenos que serán necesarias para construir la línea, que atraviesa siete prefecturas niponas, y afirmó que JR Tokai "deberá ganarse la aprobación de los residentes" de estas zonas, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Kyodo.
Según la empresa ferroviaria, el 86 por ciento del trayecto de 286 kilómetros será a través de túneles, algunos de los cuales estarán ubicados hasta 40 metros bajo tierra en áreas urbanas.
JR Tokai prevé iniciar los trabajos de construcción a finales de octubre con vistas a tener operativa en 2027 la línea que unirá Nagoya con la estación tokiota de Shinagawa.
La compañía prevé extender esta línea hacia el sur hasta llegar a Osaka para 2045, lo que permitiría unir la segunda mayor ciudad del país con Tokio en 67 minutos, un trayecto que el tren bala realiza actualmente en 138 minutos.
EFE