AVN.- El Comité de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra la Tortura urgió a Estados Unidos a investigar el uso excesivo de la fuerza y la brutalidad policíaca en ese país, en particular contra los ciudadanos afroamericanos.
Durante la revisión periódica a los países, el Comité de la ONU pidió al gobierno estadounidense procesar penalmente a quienes resulten responsables de ese tipo de abuso.
De acuerdo con el centro de noticias de la ONU, la instancia precisó que se evidencia mayor exceso de la fuerza y brutalidad policíaca contra personas de ciertos grupos raciales y étnicos, inmigrantes y personas de la comunidad sexodiversa.
El Comité expresó su preocupación por las muertes frecuentes de afroamericanos desarmados a manos de policías, por lo que instó a que los casos se investiguen de manera rápida, efectiva e imparcial a través de mecanismos independientes.
Esta alerta de la ONU se da en medio de la represión policial ocurrida en la ciudad estadounidense de Ferguson, en Missouri, luego de la decisión del Gran Jurado de no levantar cargos contra el policía Darren Wilson, quien asesinó al joven afrodescendiente de 18 años Michael Brown.
Política migratoria
Asimismo, el Comité manifestó su inquietud ante las expulsiones de migrantes de Estados Unidos, y pidió establecer un mecanismo independiente de supervisión que garantice una investigación imparcial de las denuncias de abusos en los centros de inmigración.
En días pasados, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, informó que la nueva reforma migratoria que se aplicará en ese país sólo beneficiará a un número reducido de ciudadanos, especialmente a grupos empresariales que dispongan de estabilidad económica, pues ellos pueden "quedarse y fortalecer nuestra economía".
Desde 2005, Estados Unidos ha deportado a dos millones de inmigrantes a sus respectivos países. Actualmente, la cifra de inmigrantes en ese país se ubica en los 12 millones de personas, y se cree que las medidas anunciadas por Obama estén pensadas solamente para cinco millones de personas.
Entre las consecuencias más graves de la deportación masiva de personas, está la fractura de miles de familias con hijos nacidos en Estados Unidos, quienes son separados de sus padres al no poseer documentos que los acrediten con ciudadanos norteamericanos.
Sin embargo, Obama justifica esta acción asegurando que del total de deportados, al menos 80% de éstos son "delincuentes" que "afectan la seguridad de los Estados Unidos".