El llamado a una Asamblea Constituyente, se realiza
con la finalidad de solucionar una crisis política de legitimidad, y donde es
indispensable el consenso entre las distintas fuerzas, y la decisión
mayoritaria del pueblo de ir a la consulta y ejercer su soberanía.
Es inadmisible que los
opositores que han promovido la
violencia, desconociendo la voluntad del pueblo, expresada en los comicios, violando
reiteradamente la constitucionalidad del país, pretendan llamar al ejercicio de
una soberanía que han irrespetado.
Figuera señaló que la
constitución venezolana tiene apenas 15 años y es una de las más novedosas del mundo, en cuanto a
la consagración de las libertades políticas, y el reconocimiento de valores
fundamentales para el desarrollo de la convivencia de distintos actores políticos.
La convocatoria a una
constituyente abriría una etapa de riesgo político en el país, considerando los
alcances casi ilimitados establecidos en
el artículo 349 de la CRBV, creando
incertidumbre en los sectores inversionistas que aspiran reglas claras
para invertir su dinero.
Detrás del llamado a la
constituyente, se esconde la intención de utilizar la legalidad democrática,
para intentar sabotear las iniciativas económicas del gobierno, tomar por
asalto el poder y ponerlo al servicio de una elite financiera.
El boina roja señaló
que las leyes estipulan los mecanismos técnicos para realizar una consulta de
este tipo, a través de una manifestación de voluntad, por lo que es
improcedente la actitud de los opositores de promover una recolección de firmas
sin verificación.
Para finalizar el
dirigente socialista afirmó que quienes plantean una constituyente, intentan
revertir los alcances sociales logrados a través del modelo socialista, y pretender
promover reformas neoliberales que abran las puertas al capitalismo salvaje.
