(Ginebra, 10 de diciembre. EFE) - El director ejecutivo de la Agencia Internacional del Transporte Aéreo (Iata), Tony Tyler, pidió hoy al gobierno venezolano que autorice la repatriación total de los 3.600 millones de dólares que adeuda a 24 compañías aéreas.
Según Tyler, la relación entre el gobierno venezolano y la industria del transporte aéreo es la peor de todas las que se tienen con los gobiernos de todo el mundo.
“El gobierno es lento en devolver estos fondos, y lo hace con grandes descuentos y con un registro pobre con respecto a mantener sus promesas”, agregó.
El director ejecutivo afirmó que la relación con los ejecutivos “es crítica” y citó a algunos gobiernos “que entienden el valor estratégico de la conectividad aérea”, entre los que citó a Chile.En una presentación pública sobre el estado y el porvenir de la industria realizada hoy en Ginebra, Tyler se refirió a la relación entre las aerolíneas y los gobiernos.
Acto seguido, Tyler criticó a Europa por sus altos impuestos y regulaciones onerosas, “y el peor caso es Venezuela”, afirmó.
Tyler dijo que existen “regulaciones complicadas respecto a la repatriación de fondos, algo que está garantizado en los acuerdos bilaterales de servicios aéreos”.
El director general explicó que es muy difícil para las aerolíneas operar si no tienen certeza de que serán pagados, y recordó que muchas han recortado capacidad e incluso han abandonado el mercado venezolano.
“La conectividad reducida, por supuesto, se añade a la difícil situación económica de Venezuela. Y la presión sólo puede crecer si otros inversores o inversores potenciales reconocen los riesgos de hacer negocios allí”, concluyó.
Venezuela se encuentra en una situación crítica en cuanto a su conexión aérea con el exterior debido al impago por concepto de liquidación de dólares por las ventas en bolívares en el país a varias compañías aéreas durante 2013 y 2014.
Ante la falta de pago, compañías como Air Canadá optaron por suspender operaciones en el país, otras como American Airlines disminuyeron de manera drástica sus frecuencias (casi un 80 %) y varias recurrieron a comercializar los cupos en vuelos en otros países.
En Venezuela rige desde hace más de una década un control de cambios que trabaja con tres valores distintos que oscilan entre los 6,3 bolívares por dólar, los alrededor de 11 del Sicad I y los cerca de 50 del Sicad II, por lo que el pago de facturas en divisas depende de que el Estado las otorgue a través de diversos mecanismos.