El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, señaló que “es obvio que el 2015 será un año de crisis, con ajuste o sin él” y acotó que “la diferencia es que ‘con’ es una crisis puntual y ‘sin’ será permanente”.
Así lo informó a través de su cuenta en la red social Twitter, @luisvicenteleon, cuando escribió que “la caída del petróleo, que parece permanente, y la ausencia de respuesta racional por parte del Gobierno ha demolido el precio de los bonos“.
“Aún en medio de una crisis severa, mantenemos nuestra opinión de que el Gobierno tiene un margen de maniobra menos costoso que hacer un default“, agregó al tiempo que recalcó: “Un país dependiente de petróleo correría un riesgo gigante al no pagar la deuda externa y poner en riesgo de embargo sus buques y cuestas por cobrar”.
Sostuvo que “el riesgo de default de Venezuela existe vinculado a una situación de pérdida total de solvencia, no de liquidez. Ese no es el caso, por ahora” y apuntó que “existen muchas opciones para pagar comida y deuda (ajuste económico) pero no hay ninguna para no pagar deuda y comer (te embargarían)”.
“76% de la deuda venezolana entraría en default si decidiera no pagar un bono 2015. Las demandas serían gigantes y sus activos estarían en riesgo“, expresó el también economista.
Manifestó que “la crisis de Venezuela es relevante, pero hay medidas pendientes que dan margen de acción. Devaluar y aumentar gasolina son las evidentes. El Gobierno ha sido reacio a ajustar la economía, pese a sus múltiples anuncios previos de hacerlo. Pero la presión de crisis será muy estimulante”.
“Evadiendo los costos políticos, el Gobierno prefirió jugar al muertico frente al reto de ajustar con costos políticos. Eso ya no es una opción. Hay una diferencia gigante entre enfrentar una crisis con margen de maniobra y sin él. Si el Gobierno ajusta, puede maniobrar. Si no, el colapso“, advirtió.
Luis Vicente León negó que “Venezuela no tiene margen de maniobra económica. Lo cierto es que el Gobierno no ha tenido margen político para usarlo. Los riesgos aumentan con la crisis petrolera, pero también los estímulos y presiones para tomar medidas económicas más racionales”.
“No es correcto proyectar acción del Gobierno en 2015 en función de lo que hizo en 2014. Este año cubrió con ingresos petroleros que ya no tendrá“, finalizó.