Naciones Unidas rindió tributo este jueves al personal de la Organización que sacrificó la vida al servicio de la paz, el desarrollo y los derechos humanos.
Más de 100 empleados de la ONU fallecieron en el cumplimiento de sus funciones entre octubre de 2013 y noviembre del año pasado, algunos como víctimas directas de ataques y otros durante su tarea de protección a civiles, así como aquellos que perdieron la vida en accidentes de trabajo y desastres naturales.
También se recordó a los 102 colegas que murieron en el devastador terremoto en Haití hace cinco años.
En un evento en memoria de esas personas, el Secretario General de la ONU, lamentó la creciente frecuencia de atentados dirigidos a funcionarios de la Organización.
Ban Ki-moon expresó consternación por la cantidad de trabajadores humanitarios y cascos azules que fueron atacados deliberadamente mientras trataban de ayudar a la gente.
"La valentía del personal de Naciones Unidas permite llevar adelante operaciones humanitarias vitales en Iraq y Siria y responder a las crisis políticas y de derechos humanos en la República Centroafricana, Sudán del Sur, Mali y Ucrania. He visto muchas de estas Misiones por mí mismo. El valor demostrado por el personal bajo fuego es una inspiración para todos", subrayó Ban en su discurso.
Por otra parte, el Secretario General aseguró el continuo compromiso para mejorar la seguridad y reducir los riesgos para esos trabajadores.
En ese sentido, explicó que la demanda de operaciones de paz y humanitarias ha crecido a niveles sin precedentes, por lo que es cada vez más importante proveer a los funcionarios en el terreno con la seguridad que merecen para hacer su trabajo.