El Departamento de Estado de EE UU hizo públicos el martes por la noche unos 1.900 mensajes de correo electrónico de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, dentro de la investigación por su actuación durante el ataque islamista contra el Consulado de EE UU en Bengasi, Libia, hace tres años. Los nuevos documentos son comunicaciones desde marzo hasta diciembre de 2009. Los correos, que ocupan unas 3.000 páginas, son de tres años antes de los acontecimientos de Bengasi. La palabra Benghazi (grafía inglesa) no aparece en ninguno de ellos.
De los correos publicados el martes, aquellos en los que se menciona Libia tienen que ver con los problemas logísticos que plantea la visitadel entonces presidente libio, Muamar el Gadafi, a la Asamblea General de la ONU y cuestiones rutinarias de relaciones con ese país, cuando nada hacía pensar que dos años después una revuelta acabaría con el régimen y con la vida de Gadafi. Según los primeros análisis de los medios norteamericanos, los emails solo revelan el funcionamiento interno del equipo de Clinton. Además, se puede ver en ellos la edición de la que han sido objeto antes de publicarlos.
El 11 de septiembre de 2012, una turba atacó la residencia diplomática de Estados Unidos en Bengasi, Libia, y mató alembajador norteamericano en el país, Christopher Stevens y otras tres personas. En un principio, se creyó que se trataba de una manifestación espontánea fuera de control en respuesta a un vídeo antimusulmán. Poco después se confirmó que se trataba de un ataque terrorista planificado.
El Partido Republicano hizo entonces del ataque un ariete político para debilitar a la que con toda seguridad iba a ser la candidata principal de los demócratas a la Casa Blanca. Clinton viene dando explicaciones sobre Bengasi desde entonces. El centro de la acusación es su supuesta incompetencia por la falta de seguridad del recinto y la incapacidad para reaccionar a tiempo. Tanto ella como sus colaboradores han dado explicaciones en el Congreso, donde los republicanos han creado un comité especial.
Obligada a entregar todo su archivo de correo electrónico como secretaria de Estado (2009-2013), la defensa de Clinton se vio manchada cuando tuvo que revelar que prácticamente no utilizó el correo electrónico oficial en ese periodo, sino que trabajó desde una cuenta privada. Este dato alimentó las sospechas de que su intención era mantener sus comunicaciones con sus colaboradores fuera del alcance de las leyes de transparencia. Ella asegura que mantuvo su email privado porque le era más cómodo.
Clinton, sin embargo, ha entregado unos 30.000 correos electrónicos (que ocupan 55.000 páginas impresas) para que sean catalogados, examinados para eliminar de los mismos información que pudiera afectar a la seguridad, y puestos a disposición del público. Pero el hecho de que se trate de una cuenta de correo privada le ha permitido borrar aquellos mensajes que ella considera de tipo personal y no relevantes para la investigación sobre la gestión del atentado de Bengasi.
Con los emails publicados el martes, ya son accesibles el 7% de todas las comunicaciones de Clinton requeridas. El nuevo lote de correos sigue a la publicación, el pasado 22 de mayo, de otros 300 correos electrónicos de la exsecretaria de Estado, de los que no se pueden sacar conclusiones que avalen las acusaciones republicanas. El Departamento de Estado debe hacerlos públicos todos de aquí a 2016 por orden de un juez federal. El trabajo de examinar los emails uno por uno es muy lento y Bengasi todavía acompañará a la candidata demócrata durante muchos meses.EL PAIS