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jueves, 11 de agosto de 2011

Presentan prometedor tratamiento contra la leucemia

La modificación genética de las células T, un tipo de glóbulos blancos que integran el sistema inmunitario, demostró ser eficaz contra la leucemia linfocítica crónica, la forma más común de cáncer de sangre, de acuerdo con un estudio experimental publicado el miércoles.

Según científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pensilvania (este de Estados Unidos), este tratamiento permitió que la enfermedad remitiera un año hasta la fecha en dos de los tres pacientes investigados, que sufrían de leucemia en una etapa avanzada.

El tercero sufrió una recurrencia de la enfermedad después de cuatro meses, pero en forma atenuada.

Esta terapia podría aplicarse también contra otros cánceres, como el de pulmón, el de ovario y el melanoma, indicaron los investigadores.

El tratamiento consistió en eliminar las células T en los pacientes enfermos y modificarlas genéticamente de manera de atacar de forma selectiva a las células cancerosas, todas portadoras de una determinada proteína, y salvar a la gran mayoría de las células sanas del cuerpo.

Los investigadores también programaron las células T para acelerar su multiplicación. Luego, inyectaron estas células modificadas a sus pacientes, que fueron tratados previamente con quimioterapia.

"En tres semanas, los tumores fueron destruidos con una eficacia nunca vista hasta ahora", dijo el doctor Carl June, profesor de patología en el Centro Oncológico Abramson de la Universidad de Pensilvania, autor principal de este trabajo publicado en la revistas New England Journal of Medice y Science Translational Medicine.

"Fue mucho más eficaz de lo que esperábamos", dijo el científico, quien destacó que las células T modificadas genéticamente, que llamó "asesinas seriales", destruyeron casi un kilo (910 gramos) de tumor en cada paciente.

Los resultados de este ensayo clínico piloto contrastan fuertemente con las terapias existentes para el tratamiento de este tipo de leucemia, según los autores del estudio.

Estos tres pacientes tenían pocas opciones de tratamiento. Otra de las alternativas era un trasplante de médula ósea, un procedimiento que requiere de una larga hospitalización y tiene un riesgo de mortalidad del 20%.

Además, el trasplante no presenta más que 50% de posibilidades de recuperación.

"Este nuevo tratamiento tiene el potencial de ofrecer las mismas posibilidades de cura, pero con mucho menos riesgo", resumió David Porter, profesor de medicina en la Universidad de Pensilvania y coautor del estudio
AFP